Gas Natural Fenosa Gas Natural Fenosasigue sin despejar el futuro de la central térmica de Meirama y condiciona su continuidad más allá de 2020 a que la compañía pueda rentabilizar la inversión de unos 120 millones que precisa la planta para adaptarse a la nueva normativa de emisiones y seguir operativa. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, admitió durante su comparencia ante los medios de comunicación previa a la junta de accionistas de la compañía en Madrid que las centrales que no sean capaces de adecuarse a los nuevos requisitos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) "tendrán que invertir o cerrar".

El directivo de la firma energética recordó que la UE "ha decidido que quiere apostar por energías renovables", por lo que indicó que la compañía tiene que analizar la rentabilidad de las inversiones, pues el objetivo del grupo es buscar los "mejores resultados" para la empresa y los accionistas.

Gas Natural, sin embargo, ha dejado ya una muestra de su menor apuesta por el carbón con el acuerdo para la venta del 70% que controlaba en una mina de carbón de Sudáfrica, la firma Kangra Coal Proprietary Limited. Reynés justificó esta desinversión por tratarse de un activo "no estratégico con la UE decidida a reducir las emisiones de CO2". En este sentido, la energética también se deshizo del 100% de la firma Iberafrica Power Limited, con sede en Kenia, una planta de generación a través de motores de fuel.

Reynés no quiso desvelar datos detallados del plan estratégico que la compañía presentará hoy en Londres, pero sí destacó que se trata de un plan "respetuoso con el medioambiente", que apuesta "por las energías verdes", en la línea de los planteamientos de las instituciones europeas. "El gas natural no solo es una alternativa sino la solución al mundo que viene; no un problema", aseveró el presidente de Gas Natural Fenosa.

Ante la insistencia de los periodistas sobre el futuro de Meirama -sin despejar desde hace varios años- y las otras tres térmicas de carbón que la compañía tiene en España, el directivo detalló que todas las decisiones dependerán de la rentabilización de las inversiones y de buscar los mejores resultados para el grupo. Reynés justificó la tardanza en tomar una decisión sobre la continuidad de la central en que deben analizarse todas las variables que influyen en esa rentabilidad, el CO2 y la compra de carbón. "Los estudios son largos o cortos en función de las variables. Meirama tiene la obligación de acometer inversiones [si quiere seguir operativa] y ver las condiciones en las cuáles la inversión es recuperable", apuntó el presidente de Gas Natural, que indicó que la evolución de los derechos de CO2 y los precios del carbón en los últimos años han variado mucho, por lo que señaló que si la empresa hubiese tomado ya una decisión, igual no era la más acertada. "Cuando estemos cerca de tomar la decisión, tomaremos la mejor decisión", zanjó Reynés.

El tiempo para adoptar una determinación es, sin embargo, muy corto pues las obras para actualizar la planta de Meirama durarían unos dos años -aunque pueden acortarse los plazos-, por lo que el margen es muy justo con la entrada en vigor de la nueva normativa europea sobre emisiones contaminantes en 2020. Esta falta de tiempo es la que llevó a los trabajadores de Cerceda a apremiar a Gas Natural Fenosa a que despeje el futuro de la central e instar a la Xunta a que obligue al grupo a cumplir su compromiso -trasladado hace unos años al propio Ejecutivo gallego- de realizar las inversiones necesarias para que la planta pueda seguir operativa más allá de 2020.

La térmica de Meirama da empleo directo a unas 200 personas -un centenar en plantilla y otro de subcontratas- y su contribución económica es vital para el concello de Cerceda y su entorno. Como muestra de su peso en la zona, el alcalde de Cerceda, José García Liñares, cuantificó la aportación de la actividad de la térmica gallega de Gas Natural al presupuesto del Ayuntamiento en 1.400.000 euros de un total de alrededor de 10 millones de euros al año.

Reynés evitó también analizar el cambio de Gobierno y cómo ve los planes de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de acelerar la descarbonización de la economía. "No hablo nunca de política, por lo que no voy a hacer ninguna valoración. Solo hablo de política con mi familia. La compañía tampoco se puede pronunciar", remarcó el presidente de Gas Natural durante su intervención ante los periodistas.

El directivo también reveló que la empresa prevé crecer de forma orgánica en los próximos años, aunque no descarta el crecimiento inorgánico (adquisiciones), pero aseguró que en la actualidad no hay en marcha ningún plan de compra o venta de activos adicional a los realizados -el acuerdo se cerró el pasado martes- en Sudáfrica y Kenia.