La equiparación tributaria del gasóleo con la gasolina (una medida fiscal que estudia el Gobiernogasóleo gasolina ) supondría un desembolso adicional de más de 51,56 millones de euros anuales para el conjunto de los gallegos que utilizan este carburante y de 777,69 millones para el total de los usuarios españoles. Según un estudio difundido por el portal especializado en ahorro Kelisto, el gasto medio anual por vehículo pasará de 670,16 euros por usuario en España a 748,8 euros, mientras que para el consumidor gallego, con un gasto actual análogo por término medio al del promedio nacional (670,16 euros), el alza será menor y supondría, de entrar en vigor la medida (y suponiendo precios estables del petróleo), pasar a abonar en Galicia 722,4 euros al año por usuario.

Esta diferencia se explica porque la revisión tributaria sobre el gasóleo tendría dos componentes: un alza del impuesto sobre hidrocarburos de 9,5 céntimos por litro y otra de hasta 4,8 céntimos para equiparar el impuesto autonómico sobre los combustibles de automoción. Galicia y otras diez comunidades tienen ya un tributo autonómico específico que no está vigente en las seis autonomías restantes.

Como consecuencia de estos efectos, equiparar la fiscalidad que grava el diésel con la de la gasolina supondría un encarecimiento del 7,8% en Galicia (el menor junto a otras 6 comunidades) y del 9,8% en el conjunto del país. El cambio de tributación impactará en España a 13 millones de vehículos en circulación.

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La equiparación tributaria del gasóleo y la gasolina es una medida con fines recaudatorios y también ambientales. El menor gravamen al gasóleo en España puede considerarse una subvención y las directrices de la UE y de los expertos sobre cambio climático que nombró el anterior Gobierno, del PP, emplazan a que la baja fiscalidad incentive las energías limpias y no premie a las contaminantes.

Entre las propuestas en materia fiscal de Cristóbal Montoro que ha heredado el Gobierno de Sánchez hay dos que impactan de lleno en una de las facturas que más saquean el bolsillo de los consumidores: el precio de los combustibles. Las dos las aplicará si tiene apoyos en el Congreso porque el PSOE las ha acogido de buen grado. La primera pasaría por eliminar el céntimo sanitario -Galicia lo aplica en su tipo máximo, de 4,8 céntimos por litro- y fijar una tasa común a todas las comunidades, con lo que se eliminarían las fronteras fiscales con autonomías que lo han suprimido. La segunda medida heredada, que también quiere aplicar el Ejecutivo actual, supondrá equiparar el impuesto del gasóleo al de la gasolina. Con ella el depósito de combustible subirá 5,3 euros de golpe.

El litro de diésel costaba ayer en Galicia, según los datos oficiales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, 1,26 euros de media, con las provincias de Ourense (1,268 euros) y Pontevedra (1,263) como -una vez más- las más caras de todo el territorio nacional. En el conjunto del Estado el mismo producto se pagaba este lunes a 1,20 euros, un 5% más barato. De este modo, un conductor gallego tuvo que desembolsar 3,3 euros más que el promedio de España por un depósito medio de combustible de 55 litros. Hasta ahora la gasolina de 95 octanos tiene un gravamen de 40,25 céntimos por litro, frente a los 30,7 céntimos del gasóleo. De este modo, el diésel superaría hoy los 1,35 euros si se aplicase la medida planteada desde Madrid. En Galicia no estaba tan caro este combustible desde septiembre de 2014. Eso sí, entonces el barril Brent -indicador de referencia para el petróleo- estaba a 97 euros; ayer cerró la sesión por debajo de los 78 dólares.

Esos 1,35 euros mínimos que alcanzaría el litro de gasóleo harían de Galicia la décima economía más cara de Europa en este concepto, aunque a nivel de generación de riqueza ( ranking por PIB regional) ocupa la posición 188 del continente. Solo Suecia, Reino Unido, Italia, Holanda, Grecia, Francia, Finlandia, Dinamarca y Bélgica serían menos asequibles para el bolsillo del consumidor. Se acabaría la diferencia con Portugal, con quien la horquilla actual ronda los diez céntimos. Eso sí, Lisboa pretende suprimir el extra fiscal que impuso a los carburantes en 2016 para elevar la recaudación por recomendación de la troika (Comisión Europea, FMI y BCE) tras su rescate.

De las 5.222 estaciones de servicio de las que ayer existían datos actualizados en el portal del Ministerio de Industria, la tercera más cara de la Península estaba en A Coruña, con el litro de gasóleo a 1,335 euros. Vigo repetía como la ciudad más cara del país, con el litro de diésel a 1,274 euros. Si el sobreprecio de los conductores gallegos era ayer de 3,3 euros, el de los de Vigo superaba los cuatro euros por llenar un depósito. Es una situación para la que no existe explicación aparente -Murcia tiene el mismo céntimo sanitario que Galicia, pero paga casi un 3% menos por litro- y que la Comisión Nacional para los Mercados y la Competencia se ha comprometido a investigar. Abrirá expediente tras el verano, un año después de prometer una diligencia "de urgencia" y seis años después de la primera denuncia de la Xunta.