El aumento de los temporales en España en el segundo trimestre del año impulsó la generación de energía eólica e hidráulica y provocó que el recurso a los cortes eléctricos a la gran industria para abaratar la factura de la luz del consumidor final se redujese al mínimo. El operador del sistema -la firma semipública Red Eléctrica de España (REE)- solo utilizó en tres ocasiones entre abril y junio la conocida como interrumpibilidad por criterios económicos -por la que las empresas electrointensivas como Alcoa reducen o suspenden su consumo de energía cuando esta opción es más barata que dar entrada al pool energético a tecnologías más caras, que inflan la factura final-, frente a las 35 órdenes emitidas entre enero y marzo, lo que supone un descenso del 92%.

De hecho, la elevada asiduidad con la que se produjeron los cortes eléctricos en el primer trimestre del año provocó críticas de algunas empresas electrointensivas por el "excesivo" recurso a esta opción para abaratar el recibo de la luz. En el segundo trimestre, sin embargo, los apagones fueron mínimos, con sólo tres: uno el 11 de abril y dos al día siguiente, la última vez que se activó el servicio en el primer semestre del ejercicio.

El nuevo criterio para aplicar la interrumpibilidad -un sistema de primas a las empresas grandes consumidoras de energía anteriormente empleado únicamente para hacer frente a emergencias en el suministro eléctrico- establece un mínimo (200 megavatios, MW) y un máximo (500 MW) de potencia requerida en cada tramo horario y fija un sistema de turnos rotatorios entre las firmas adjudicatarias del servicio "como criterio de orden para requerir su activación". La finalidad es que el trato y la afección a las distintas fábricas sean homogéneos.

En cuanto a la potencia interrumpida, la variación del primer trimestre del año al segundo es casi idéntica a la del número de activaciones del servicio, del 91,5%, según los datos publicados por Red Eléctrica de España. La gran industria española -en la que se incluyen fábricas gallegas como las de Alcoa, Ferroatlántica, Megasa o Celsa- sufrió cortes en la primera mitad del año que superan los 18.000 megavatios, de los que 16.749 corresponden al primer trimestre y solo 1.419 MW al segundo. La caída es tal que los tres apagones registrados entre abril y junio -uno de 472 MW a las 11.00 horas del 11 de abril y dos el día 12 del mismo mes (uno a las 18.00 horas de 487 MW y otro de 460 a las 19.00 horas)- se quedan en esos 1.419 megavatios acumulados para el trimestre, una cifra que se superó en un solo día hasta cuatro veces entre enero y marzo. Fueron los días 27 (2.435 megavatios interrumpidos) y 28 de febrero (3.854 MW) y 1 (1.455) y 3 de marzo (con cortes que sumaron 1.812 megavatios).

La potencia interrumpida el 28 de febrero (esos 3.854 megavatios) es el máximo en un solo día en lo que va de año y es también la jornada con mayor número de tramos horarios (ocho) en los que hubo alguna activación del sistema de interrumpibilidad. El siguiente día con más cortes fue el 27 de febrero, con cinco, seguido del 2 de marzo (cuatro) y el 1 del mismo mes, con tres.