El personal de las ambulancias de Galicia secundó ayer mayoritariamente la quinta jornada de huelga en el sector -la sexta es hoy, tras dos en mayo y otras dos en junio- para reclamar avances en la negociación del convenio colectivo, caducado desde hace dos años. El sindicato CIG, mayoritario en el sector y convocante de los paros, denuncia que la patronal "bloquea" la negociación e "impide" que los trabajadores cuenten con condiciones de trabajo dignas y ofrezcan un servicio público de calidad.

El responsable de transporte de la central sindical, Xesús Pastoriza, denunció además la pretensión de varias empresas "de solicitar la inaplicación del convenio y una rebaja salarial de hasta el 25%, algo que califica de auténtica barbaridad".

El sindicato culpa en buena medida de la situación actual del sector del transporte sanitario a la Xunta, "que en su momento aceptó ofertas por debajo del convenio". "La Consellería de Sanidade puso el ahorro económico por delante del servicio a la ciudadanía y ahora no puede ser que Administración y empresas pretendan que sean los trabajadores los que paguen esa rebaja económica", aseveró Pastoriza.

Por este motivo, el sindicalista instó ayer a los responsables del Ejecutivo gallego a intervenir en el conflicto para "obligar" a la patronal a negociar el convenio y "hacer cumplir lo establecido en los contratos". La CIG denuncia que en los últimos dos años el personal y el número de ambulancias apenas varió en la comunidad mientras que el número de servicios a prestar repuntó un 20%, lo que provocó "que la carga de trabajo sea inabarcable" y que las bajas laborales de los profesionales del sector hayan aumentado.

El personal de las ambulancias gallegas volverá a movilizarse hoy en toda Galicia, pero su inactividad no afecta a los servicios sanitarios urgentes. De hecho, la CIG asegura que los servicios mínimos decretados por la Xunta -del 75%- son "abusivos". El sindicato amenaza con iniciar una huelga indefinida en septiembre si la patronal no se sienta a negociar.