El experto en innovación disruptiva y socio de Minsait by Indra Ángel Bonet augura grandes cambios en la sociedad fruto de los avances tecnológicos y también en el modelo económico. En esta entrevista analiza algunos de ellos.

- En sus conferencias y entrevistas habla de las tecnologías que más impacto van a tener en los próximos años y una de las que destaca es la impresión 3D. ¿Cómo va a afectar a la sociedad?

-Al final, con la impresión 3D lo que podremos hacer es fabricar los objetos que necesitamos en casa o cerca de casa, sin tener que comprarlos en la tienda. Y hablamos desde unas gafas hasta unas zapatillas o una funda de iPhone, que podremos hacer de una forma mucho más rápida, más personalizado y, probablemente, a unos costes similares o menores. Si proyectas lo que significa eso hablamos de saltarnos una gran parte de la cadena de valor: desde el fabricante, hasta las compañías de transporte o las propias tiendas y eso es un gran cambio en el modelo económico.

- ¿Cuánto queda para que sea algo generalizado que tengamos una impresora 3D en casa y suceda todo lo que usted dice?

-Esa es la pregunta del millón y es difícil predecir. Pero será pronto. Calculo que en una década estará bastante generalizado, porque existe la tecnología y el coste está bajando a mucha velocidad. Quizá no haya una impresora en cada casa -aunque las habrá en muchas- pero sí tendremos un centro de impresión muy cerca. Por ejemplo, UPS en Estados Unidos ya está creando centros de impresión en sus centros logísticos y te dice: "Mándenos el diseño y se lo llevamos a casa". Y Walmart, que sería como nuestro Carrefour, también empieza a tener corners para imprimir en 3D.

- Otra de las tecnologías que asegura que más van influir es la robótica, ¿cómo va a repercutir en el mercado laboral?

-La robotización ya está impactando en el mercado laboral. Cuando entras en una fábrica moderna ya ves muchos robots que, eso sí, de momento hacen las tareas más árduas. Pero el proceso continuará y la pregunta es, ¿qué pasará con la gente a la que sustituye los robots? Pues seguramente habrá un periodo de adaptación no muy agradable donde las políticas públicas tendrán que ayudar para reorientar a los afectados a nuevas profesiones que surgirán. Pero, mientras ese desajuste ocurre, tenemos que trabajar con algún tipo de subsidio o ayuda para evitar que haya personas que se queden fuera del sistema.

- Puede haber protestas por ese motivo.

-Bueno, yo no descartaría que en 15 o 20 años veamos huelgas contra los robots. Ya ha pasado. Cuando hubo la primera revolución industrial se quitaron miles de puestos de trabajo y también hubo huelgas y mucha tensión. Pero al final se acaba reajustando siempre, pero hay que ser inteligente por parte de los Gobiernos y ayudar a estas personas.

- Usted también habla de los robots domésticos. Llevamos años viéndolos en las películas y hablando de ellos, pero ¿cuándo van a ser una realidad?

-Bueno, ya tenemos más robots de los que pensamos aunque no nos demos cuenta. Por ejemplo, ya tenemos robots que limpian solos el suelo o que cortan el césped. Ya los tenemos en casa pero se irán sofisticando hacia un modelo más humanoide porque, con el envejecimiento de la población, habrá mucha gente mayor sola en casa y el tener una compañía será muy importante.

- De momento, ¿el precio sigue siendo una barrera?

-Sí, la barrera es el precio. La tecnología ya existe, ya hay robots domésticos con un nivel de movilidad bueno, pero a precios caros. Hablamos de 20.000 ó 30.000 euros. Pero si miramos cómo baja el coste de la tecnología actualmente, estoy convencido de que en un plazo máximo de 20 años un robot doméstico valdrá, como mucho, 2.000 euros. Estamos hablando de que valdrá casi como un iPhone.