El Grupo Sabadell lleva mucho tiempo comprometido con Galicia y sus gentes. Queda muy lejos aquel 1995 en el que abrimos nuestra primera oficina en esta querida tierra con la firme decisión de convertirnos en el mejor compañero para las ilusiones y los proyectos de las empresas y las familias de esta tierra.

¿Por qué hablo entonces en el título de este artículo de cinco años? Muy sencillo: hace ahora un lustro, el Grupo Sabadell decidió hacer una importante apuesta por Galicia con la incorporación del Banco Gallego y la puesta en marcha de un bonito proyecto que -bajo el nombre de Sabadell Gallego- supuso la continuación del trabajo riguroso y eficaz que muchos años antes ya había comenzado nuestro Grupo en esta tierra. Sabadell Gallego nació para Galicia y por Galicia impulsado por un excepcional equipo humano de gallegas y gallegos que trabajamos desde entonces con un reto común que nos identifica: ser el mejor banco para nuestros convecinos, para las empresas de nuestro entorno, para los proyectos de las familias, negocios y comercios que nos rodean, que nos necesitan para crecer y a los que tratamos de impulsar con nuestro esfuerzo del día a día.

Han pasado cinco años casi como un suspiro; en este tiempo hemos trabajado con ilusión y mano a mano con las gentes de aquí; tratando de hacer siempre lo que dijimos que haríamos y cumplir aquello a lo que nos comprometimos: que ningún proyecto viable, sea familiar o empresarial, se quedase sin financiación y, por lo tanto, sin un banco que lo apoyase y lo impulsase. Sinceramente, creo que si echamos la vista atrás, podemos afirmar que hemos cumplido con este compromiso, un compromiso que tenemos muy presente cada día y en cada una de nuestras 125 oficinas en todas las provincias y comarcas gallegas y que conocen bien las empresarias y empresarios gallegos y todos aquellos que han acudido a nosotros buscando un compañero de proyecto en los momentos más complicados de la crisis.

Nos gusta pensar que somos un gran banco global con alma local; un banco internacional con corazón gallego. Una entidad moderna, eficiente, digitalizada, presente en muchos países desde los que apoyamos a nuestros empresarios pero, a la vez, cercana y próxima. Un banco que puede acompañar en México, China, Londres, Estados Unidos..., pero también en Baiona, Vigo, Pontevedra, Ribadavia, Lugo, Celanova, Pontevedra, A Coruña, Arteixo, Ferrol, Ourense, Sarria, Santiago, Foz, Muros, Cee y tantos otros sitios.

Cuando comenzó esta andadura, recuerdo el mensaje que transmití al magnífico equipo de gallegas y gallegos que trabajamos aquí: "Arropemos a esta querida tierra, no les podemos fallar". Cumplidos nuestros primeros años y viendo la forma en que también nos arropan a nosotros los clientes, los empresarios y los accionistas, me gusta pensar que hemos cumplido con nuestra palabra y nuestro compromiso, con esa forma de ser y hacer tan propia del Grupo Sabadell y que seguirá estando muy presente hoy y en el futuro: la forma de ser y hacer que se merecen Galicia y sus gentes.