Con la política monetaria nunca llueve a gusto de todos. Cuando el Banco Central Europeo (BCE) rebajó los tipos al 0% en marzo de 2016 alivió las cuentas de muchos -el Euribor lleva 29 meses en negativo- pero puso en aprietos a otros tantos. Las hipotecas bajaron, pero el rendimiento de los ahorros cayó con estrépito. Fondos de inversión, capital riesgo o ladrillo han sido algunos de los refugios en los que se han cobijado los gallegos para compensar la escasa remuneración por su dinero, y así lo reflejan los datos de la Agencia Tributaria. En solo un año más de cien depositantes han retirado cada día su dinero del banco para sacarle más provecho en otra parte. Casi 37.400 personas dejaron de rendir cuentas al Fisco por sus depósitos a plazo, según el balance de la última renta analizada por Hacienda y correspondiente a los ingresos de 2016.

El éxodo de ahorradores de las cuentas a plazo se acentuó ahora, pero encadena tres años de caídas. En 2013 había 714.265 depositantes que sacaban un dinero extra por sus ahorros, que ascendía a 979 euros anuales. Desde entonces los bancos han perdido casi 100.000 clientes a plazo fijo. Y la explicación está también en las cuentas: si en 2013 los gallegos obtenían de media esos casi 1.000 euros al año por sus ahorros, en el último ejercicio analizado por la Agencia Tributaria el beneficio cayó a 308 euros de promedio. Si se compara a nivel interanual, la rentabilidad de las cuentas bancarias bajó casi un 40%.

En este contexto tampoco la deuda pública española seduce a los particulares gallegos, que escaparon de la emisión de letras y bonos del Tesoro. Las últimas subastas realizadas a corto plazo -dirigidas principalmente a inversores institucionales- cerraron en negativo, así como la última emisión a tres años de junio. De acuerdo a las bases imponibles sobre el ahorro de la renta 2016 solo 345 gallegos tenían dinero en deuda pública española, muy lejos de los 838 del año anterior (59% menos) o de los casi 2.200 de hace tres años. La escasa remuneración de las subastas del Tesoro hizo que el rendimiento medio fuera de 223 euros, a años luz de los 1.300 de 2013. Entonces las emisiones a muy largo plazo llegaron a rentar un 6,152%, una tensión para las cuentas públicas -para desgracia de los compradores de bonos u obligaciones- que se alivió con el rescate a la banca.

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En este contexto, son cada vez más los gallegos que han decidido arrendar alguna propiedad para sacar mejor partido a su patrimonio. En el último año declararon recibir rendimientos de capital inmobiliario más de 151.000 personas en Galicia, un 3,5% más que en el año anterior. De media obtuvieron unos ingresos de 6.139 euros por cabeza.