Francia destapó un gran fraude de vino español barato que se vendía como si fuera francés y el Gobierno español tiene ahora miedo a los efectos de la resaca. El ministro de Agricultura, Luis Planas, está "preocupado" y admitió que el caso podría tener un "efecto indirecto" en la imagen de los caldos españoles, de los que dijo que tienen una calidad-precio "impresionante".

"Tenemos en el top unas calidades fantásticas, pero también tenemos exportaciones a granel, y es ahí donde algunos importadores franceses han cometido algún fraude de etiquetado. Me preocupa y animo a las autoridades francesas a que el etiquetado refleje la calidad de cada producto", subrayó Planas.

Las autoridades francesas de lucha contra el fraude sacaron a la luz una estafa por la que millones de litros de vino rosado español, hasta 70.000 hectolitros o 10 millones de botellas, fueron puestos a la venta como si se tratase de vino francés.