El presidente del Banco Popular entre los años 2006 y 2017, el compostelano Ángel Ron, aseguró ayer que su sucesor, Emilio Saracho, le dijo que la acción del Banco Popular "estaba cara" y que, si no podía vender la entidad o ampliar el capital rápidamente, "montaría una tómbola". Así, manifestó que el propio Saracho llegó a decirle que buscaba "arreglar" la situación del Popular "con una ampliación de capital a bajo precio, o una transacción a bajo precio" y "que, si no lo hacía rápido, montaría una tómbola". "Me pareció especialmente desagradable", agregó. Ron explicó que Saracho consideraba que "para hacer esa operación la acción estaba cara" y que "el principio básico como banquero de inversión era infundir pánico y asustar a autoridades, accionistas y al mercado". Por otro lado, indicó que Saracho reconoció "no conocer los fundamentos de la banca comercial" no solo ante él, sino ante más consejeros y directivos de la entidad, y "que no sabía ni venía a gestionar, que para eso estaban los anteriores".

En este sentido, comparó la gestión de Saracho con la conducción de un avión comercial "como si fuera un caza". "Llega al aeropuerto pero los tripulantes y los pasajeros se mueren. Porque, obviamente, si se empiezan a hacer loops y triples, y descensos en picado, al final lo que ocurre es que se perdió la confianza". Ron apostilló que la opinión de los supervisores, incluso en los peores momentos de la crisis, allá por 2011-2012, era que el Banco Popular tenía capacidad para seguir por sí solo teniendo en cuenta la fortaleza de su negocio y sus accionistas. "En la entidad "no se puso jamás un velo", zanjó durante su comparecencia.