En la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) prevalece la fe sobre el pesimismo; la de confiar en que, pese al descalabro económico e institucional en la que lleva sumida más de tres años, "es posible salvarla". Pero no con el corsé de los actuales estatutos, de 1981, que hacen de la patronal gallega un campo de minas para cualquier líder que no controle al menos todas las provinciales. Por eso la confederación creó un grupo de trabajo de 10 personas para "adecuarlos a los tiempos actuales y así viabilizar que existan candidatos para futuras elecciones", explica el presidente de la patronal de Pontevedra, Jorge Cebreiros. Él será el portavoz de este petit comité, constituido el pasado viernes en ausencia de sus homólogos de A Coruña y Lugo, Antonio Fontenla y Jaime López, respectivamente. Los integrantes de la CEG no quieren que se repita una junta directiva como la del pasado día 16: tenían que haber proclamado un candidato para su aprobación en asamblea. No se había presentado nadie.

Ahora -continúa Cebreiros- "la institución se encuentre en una incertidumbre que ningún jurídico nos aclara". Los estatutos no dicen qué hacer si nadie opta a cubrir la vacante en la Presidencia. El último patrón, Antón Arias, dimitió en enero y, desde entonces, ha sido la junta de vicepresidentes (conformada por los líderes provinciales) la que ha llevado las riendas. "La confederación no es difícil de gestionar en absoluto, pero sí si hay una guerra de egos. Aquí existe un problema de personas", añaden otras fuentes de la junta directiva. Uno de sus miembros, el expresidente Antonio Dieter, llegó a declarar a este diario que la solución pasaba por la salida de Fontenla. "Varios de los puntos que hemos propuesto son auténticas líneas rojas para él. Si no le gustan, que lo diga", agrega otro vocal.

Cada patronal provincial ha designado dos miembros para este grupo de trabajo y las sectoriales han aportado dos nombres más. La primera decisión adoptada -"por unanimidad"- fue designar a Cebreiros como portavoz. "Las grandes líneas -de ese primer encuentro- han girado sobre la representatividad, medida de forma objetiva, de las organizaciones (provinciales y sectoriales)" dentro de los organismos de dirección de la patronal.