Abanca aspira a cerrar 2018 como su "mejor año" y, por los resultados obtenidos en el primer semestre del ejercicio -"probablemente uno de los mejores en la historia de nuestra institución", según su presidente, Juan Carlos Escotet-, va camino de lograrlo. La entidad financiera gallega alcanzó un beneficio neto de 247 millones de euros entre enero y junio, un 7,8% superior al del mismo periodo del año pasado, por la mayor aportación de los ingresos recurrentes, que subieron un 8,1%, hasta rozar los 346 millones. El banco también cumple el objetivo que se ha marcado de lograr una rentabilidad de dos dígitos, que en el primer semestre fue del 11,8%, "claramente superior a la media del sector", según los resultados presentados ayer en Santiago por el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, el propio Escotet, y el director general financiero de la entidad, Alberto de Francisco. La mejora de los márgenes básicos -el de los intereses aumentó un 11%, hasta los 257,8 millones- se produjo "pese a un entorno de tipos de interés muy competitivo", según remarcó el presidente del banco.

Mientras, los ingresos de Abanca derivados de la prestación de servicios aumentaron un 7,7% una vez eliminado el efecto de elementos no recurrentes, hasta alcanzar los 88 millones de euros, con especial crecimiento en los relacionados con seguros, planes de pensiones y fondos de inversión (+16,6%) e ingresos por servicios bancarios (+15,2%).

El banco gallego sigue además con el crecimiento de sus cifras de negocio, tanto por el lado del crédito concedido como de los depósitos captados, y roza ya los 70.000 millones de euros, tras subir un 6,3% respecto a 2017. Los actuales 69.255 millones de volumen de negocio, matizó Escotet, no incluyen la actividad de la red portuguesa de Deutsche Bank, con la que alcanzaría los 75.000 millones. El crédito a la clientela cerró los primeros seis meses del año en 28.933 millones de euros (+6,2%), mientras que la captación de recursos (depósitos) ronda los 39.000 millones (+7,6%).

CONCESIÓN DE PRÉSTAMO

Los fondos destinados a préstamos para la compra de primera vivienda ascendieron hasta junio a 380 millones, un 14,6% más que un año antes, mientras que los créditos al consumo sumaron 100 millones (+15,7%) y las operaciones formalizadas con pymes y autónomos contaron con 500 millones más, un total de 826, casi el triple que los 310 del año pasado.

Abanca elevó además un 4,2% su cartera de clientes, incorporó 41.000 nóminas, aumentó un 8,7% su parque de tarjetas de débito y crédito y un 12% su red de TPV.

Pero la entidad financiera aspira a seguir creciendo, a lo que destina importantes inversiones, más de la mitad en aspectos relacionados con la transformación tecnológica y para buscar "la excelencia operativa". Un enfoque que considera vital pues más de la mitad (54,2%) de las transacciones realizadas en junio por sus clientes ya fueron por medios digitales, un 37,5% más que hace un año. Este crecimiento favorece que el volumen de negocio gestionado de media por empleado sea de 16,1 millones de euros, frente a los 15,9 de hace un año, y que la productividad por trabajador también haya aumentado.

Botas destacó que Abanca cuenta con bases sólidas para crecer en el futuro al estar "entre las entidades con mayor solvencia y menos activos improductivos". La tasa de morosidad del banco es del 4,6%, muy por debajo de la media del sector (6,1%) tras reducir sus créditos dudosos un 24% en el último año (encadena 18 trimestres a la baja). En cuanto a la calidad de los activos en cartera, Abanca es la entidad mejor posicionada de España. A ello suma que cuenta con un exceso de 1.800 millones de euros sobre el mínimo de capital de máxima calidad exigido por el Banco Central Europeo, un excedente que, remarcó Escotet, permite explorar "nuevos crecimientos por vía inorgánica [adquisiciones]" y cumplir sobradamente los requisitos de liquidez.

Precisamente, Abanca está junto a otros dos bancos en la puja por hacerse con el negocio en España de la entidad lusa Caixa Geral. "Estamos en la segunda vuelta y mantenemos el interés. Podría encajar bien en nuestros objetivos", señaló el presidente de Banesco sobre esta operación que está en marcha. Por contra, descartó que pueda reabrirse la venta del negocio español del banco alemán Deutsche Bank. "El proceso está concluido. Es un capítulo cerrado", sentenció Escotet en su intervención.