Las comercializadoras independientes captaron uno de cada cinco clientes que cambiaron de compañía en el primer trimestre de este año, con lo que se consolida la batalla en el negocio de la luz en España justo cuando grandes grupos como Repsol han decidido entrar en el mercado eléctrico.

Estas pequeñas comercializadoras -que ascienden a un total de más de dos centenares en todo el Estado aunque apenas unas decenas de ellas tienen actividad- consiguieron sumar a su cartera de clientes a casi 196.000 de los más de 876.000 consumidores que optaron por cambiar de compañía en los tres primeros meses de 2018, según datos internos de una eléctrica independiente a los que ha tenido acceso Europa Press. Estas cifras muestran que más del 22% de los usuarios que cambiaron de compañía en el mercado liberalizado del segmento de baja tensión -doméstico y pymes- en ese periodo optaron por una de estas empresas.

El negocio de comercialización eléctrica para clientes domésticos fue liberalizado en 2003, aunque hasta 2014 apenas se habían registrado movimientos destacables en este sentido, con prácticamente la totalidad de la bolsa de clientes en manos de las grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo).

En España hay más de 29 millones de puntos de suministro de electricidad, de los que más del 60% corresponden al mercado libre, que ganó cuota en los últimos años al regulado a pasos agigantados.