La particular meteorología de Galicia en lo que va de verano, con las altas temperaturas recién salidas a pesar de que la estación va mediada, ha sido la puntilla en lo que está siendo un año malo para las ventas del pequeño comercio. Desde julio de 2012 las rebajas no tienen fecha marcada por ley ni hay obligación, por tanto, de que las administraciones velen por el cumplimiento. Los establecimientos son libres de hacer descuentos cuando y como quieran. Y el resultado de esta medida para esta parte del sector ha sido una campaña "malísima", según el presidente de la Federación Galega de Comercio, José María Seijas. El colectivo que representa a los comerciante gallegos está dando pasos ya de la mano de la patronal estatal para reclamar que el Gobierno vuelva a regular los momentos del año en los que las tiendas pueden ofrecer los descuentos a sus clientes.

"Ahora las rebajas van de enero a diciembre, estamos todo el año con ellas, con descuentos y el boom del periodo tradicional ha desaparecido", apunta Seijas. Los meses de enero y julio como momentos cumbre de las gangas son una inercia y los comerciantes gallegos admiten que el consumidor se ha acostumbrado "a comprar solo cuando las cosas valen menos".

Su situación, la de las pequeñas y medianas tiendas, no es la misma que la de las grandes cadenas, aseguran, aunque también a estas les está pasando factura el retraso en el tiempo estival. "Son otro mundo", dice José María Seijas, sobre todo por el apoyo que esas firmas de mayor tamaño tienen gracias a la venta online y la posibilidad de apretar los márgenes para ofrecer reducciones de precio con más frecuencia que el resto. Estas otras dos cuestiones son también fundamentales en la regulación que la Federación Galega de Comercio y la Confederación Española del Comercio quieren recuperar. Así se lo han trasladado al nuevo Gobierno encabezado por Pedro Sánchez, conscientes de que el cambio en Moncloa puede retrasar los contactos para abordar la posible vuelta de una ley.

"Hay gente con mucha mercancía a la que no puede dar salida. Si no se vende no hay ingresos y los gastos se mantienen. Cada vez pagamos más en impuestos", se queja el responsable de los comerciantes gallegos, que advierte que, de seguir así el año, "volveremos a los cierres de comercios que habíamos dejado atrás". "El panorama actual -añade- va en contra del comercio, pero también del cliente".