En toda España, el gasto total para alimentación en casa se asienta, sobre todo, en los productos frescos, que absorben casi el 44% del presupuesto de las familias. Pero este tipo de artículos echan el freno. En 2017 el volumen consumido bajó un 3,3%.

Se nota también en Galicia, donde el único gran grupo de alimentos que registra un aumento considerable de consumo y gasto en comparación con 2016 es de los platos preparados. El desembolso medio por persona para precocinados y otros productos listos para poner sobre la mesa alcanzó los 33,5 euros, un 5% más. La carne sigue liderando el desembolso de los hogares gallegos en alimentación. Fueron 323,7 euros el año pasado, con un incremento de poco más de euro en comparación con el ejercicio anterior. Le sigue la pesca: 237,9 euros, tras un descenso del 1,6%, según el Informe del consumo de alimentación en España 2017, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Cada gallego destinó a fruta fresca algo más de 163 euros en 2017 (162 en 2016) y 108 euros a pan. Las hortalizas se llevaron 97,7 euros; otros 67,2 euros fueron a productos de bollería y pastelería; y 59,6 euros a leche. La partida en aceite sube de 48,3 euros a 49,3 euros, sobre todo por su encarecimiento.