La subida de los impuestos al diésel figurará ya en los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Así consta en la hoja de ruta del Gobierno, que a la vuelta de agosto tiene previsto intensificar sus contactos con el sector del automóvil para acordar cómo se articula esta alza fiscal al combustible que el ejecutivo enmarca en su lucha contra el cambio climático.

En una entrevista a Europa Press, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, lanzó un mensaje conciliador a los fabricantes de automóviles, que hace unas semanas pidieron diálogo al Gobierno para abordar la medida. Tras filtrarse el plan del ejecutivo para equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina, Anfac -la patronal del sector- había alertado de que la medida ponía en riesgo parte de los 40.000 empleos que dependen en España de la producción de vehículos diésel.

Maroto señaló que todavía no existe un borrador concreto en la mesa y remarcó su propósito de alcanzar, en colaboración con los sectores implicados, un "buen impuesto" que permita reducir las emisiones, pero que al mismo tiempo conceda margen de maniobra para que los fabricantes se puedan adaptar. La ministra de Industria también matizó las declaraciones de Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, en las que aseguraba que el diésel tenía "los días contados" al asegurar que "no fueron acertadas".

Según se filtró el pasado mes de junio, la intención inicial del ejecutivo liderado por Pedro Sánchez pasaba por equiparar la tributación del diésel con el de la gasolina. Para ello se igualaría "por arriba". Ahora, por cada litro repostado de diésel en Galicia, 37,9 céntimos van a parar al Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH) -33,1 al tramo estatal, obligatorio, y los 4,8 restantes, al tramo autonómico, conocido como céntimo sanitario, que aplican comunidades como Galicia-.

De prosperar el plan inicial del Gobierno, la carga fiscal de este combustible se equipararía a los 47,9 céntimos que soporta el litro de gasolina de 95 octanos. Un salto en el precio de casi diez céntimos el litro (a los que habría que sumar otros dos por el IVA), que se haría notar de manera especial sobre Galicia. Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 64,7% de los vehículos de la comunidad utilizan el diésel como combustible. El liderazgo del gasóleo solo se hace más acusado en Extremadura, en donde la proporción de vehículos propulsados a través de este carburante se eleva hasta el 65,3% del total.

El cerco de las autoridades al gasóleo -tanto por la vía de subidas de impuestos como por las restricciones al tráfico que ya se comienzan a aplicar en ciudades como Madrid-, ha desalojado a este combustible del trono de ventas aunque, pese a todo, no desaparece de los planes de compra de los consumidores. Tanto es así que el diésel aún representa el 47,6% de las nuevas matriculaciones de vehículos en Galicia (el porcentaje retrocede hasta el 38,2% en el conjunto estatal).