El mercado laboral gallego se sacude los efectos de la dura crisis económica y reduce el desempleo a la vez que suma afiliaciones a la Seguridad Social. Sin embargo, en plena tendencia de recuperación, la población activa gallega -el grupo de habitantes de la comunidad que están disposición de trabajar- merma y muy especialmente la de menor edad. Al cierre del primer trimestre de este año había 239.100 gallegos de entre 25 y 34 años trabajando o buscando empleo. Son 65.900 menos que cuatro años antes, lo que supone que Galicia ha perdido casi una cuarta parte (el 22%) de su mano de obra joven en los últimos cuatro años.

El Foro Económico de Galicia insiste en su último informe de coyuntura en la "gravedad" de la pérdida de trabajadores juveniles y reclama "medidas específicas para revertir esta situación". El grupo de expertos destaca el hecho de que esta sangría de jóvenes en el mercado laboral gallego de los últimos cuatro años se produzca "desde el comienzo de la recuperación económica", que fecha en el primer trimestre de 2014, y que en la actualidad avance a un ritmo que dobla el del conjunto del país. En el último año, la población activa juvenil se redujo un 4% (9.600 personas menos) en la comunidad autónoma y un 2,3% en el conjunto del Estado.

El envejecimiento del mercado de trabajo es un problema generalizado en España, pero especialmente grave en Galicia y otras comunidades del norte. Asturias, que perdió al 27,7% de su mano de obra juvenil desde 2014, y Cantrabria, con una caída del 23,5%, son las dos únicas autonomías con peor dato que la gallega.

El ciclo de recuperación económica de los últimos cuatro años sirvió para reducir la tasa de paro gallega del 23% al 15% y aumentar la tasa de ocupación del 41% al 45% . Pero no basta para frenar el envejecimiento al que el mercado laboral está condenado por la caída de natalidad y la emigración juvenil. La precariedad que predomina en el nuevo empleo creado (salarios bajos, temporalidad y condiciones inestables) hace que un número elevado de jóvenes vea la opción de quedarse a trabajar en Galicia como poco atractiva.

Las estadísticas de desempleo muestran también las dificultades en encuentran las personas de menos edad para reengancharse al mercado laboral con poca experiencia o incluso acceder a un primer empleo. El paro de larga duración -el de quienes llevan más de un año buscando trabajo- se ha reducido en Galicia en todos los grupos de edad a excepción de los menos de 25 años, que son ya 5.500 en esta situación, 1.000 más que un año antes. De 25 a 34 años, hay 10.900 demandantes de empleo con más un año en las listas, 6.500 menos.

La incidencia del desempleo en general entre la población de menos edad es más del doble que entre la ciudadanía gallega en general. Al cierre del primer trimestre de este año, la tasa de paro gallega se situaba en el 15,1% -el nivel más bajo desde 2009-, mientras la del grupo de menos de 25 años llegaba al 36,6%. En ambos casos supone una mejora respecto a cuatro años atrás, cuando el desempleo gallego rozaba el 24% y el juvenil, el 50%.

Otra dificultad añadida a la hora de encontrar empleo es el hecho de ser mujer. La tasa de paro femenino en Galicia se sitúa en el 16%, casi dos puntos superior al porcentaje del 14,2% que representan los varones.