Aunque la recuperación económica y la disminución de la población juvenil han permitido reducir el número de ninis, en Galicia todavía suman más de 53.000 los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Y la UE lo mantiene como una de sus prioridades en materia de empleo. A finales del pasado año la Comisión Europea decidió incrementar el presupuesto destinado al Programa de Garantía Juvenil en 1.200 millones de euros para el periodo 2017-2020. La principal beneficiaria de esta ampliación presupuestaria es España, que obtendrá un tercio de los fondos (418 millones de euros). Galicia recibe 17,9 millones de euros de este montante, que la Xunta destinará a mejorar la formación de los jóvenes y a incentivar su contratación indefinida.

España es el segundo país de la UE con la tasa de desempleo juvenil más elevada. En Galicia el 33% de los menores de 25 años están en paro, solo un punto por debajo de la media nacional.

Pero además hay una bolsa de jóvenes que ya no estudian, pero tampoco trabajan y ni siquiera buscan empleo. Son los llamados ninis. Y el Programa de Garantía Juvenil se pensó precisamente para dar una salida laboral a estos jóvenes, que en Galicia suman 53.000. Para beneficiarse de este plan, los gallegos de entre 16 y 29 años que ni se estén formando ni tengan trabajo deben inscribirse en un registro y la Administración, en un plazo máximo de cuatro meses, debe ofrecerles formación, favorecer su contratación o bien ayudarles a instalarse como autónomos.

Galicia contaba con 97,8 millones de euros procedentes de la UE para este Programa de Garantía Juvenil, de los cuales la mitad los gestiona la Xunta y la otra mitad, el Gobierno. Y ahora la comunidad autónoma podrá incrementar en un 20% este presupuesto, puesto que se suman otros 17,9 millones de euros. El Gobierno gallego ha incluido ya ese incremento presupuestario en su planificación de los fondos europeos, que ahora debe remitir para su aprobación definitiva a Bruselas.

Según informa la Consellería de Economía, esa financiación adicional se destinará básicamente a formación y a incentivos a la contratación indefinida.

Por un lado, se busca "reforzar la empleabilidad y las competencias profesionales de las personas jóvenes no ocupadas y no integradas en los sistemas de educación mediante escuelas taller, casas de oficios, programas mixtos de empleo y formación o programas de movilidad para mejorar las competencias profesionales".

Pero también se mediará y se darán incentivos económicos para aumentar la contratación con carácter indefinido de estos jóvenes que ni estudian ni trabajan.

La Xunta aprovecha la reprogramación de fondos europeos para hacer cambios en alguna de sus líneas de fomento de empleo a nivel general. Así, en un principio, se contemplaba una ayuda de 3,6 millones para ofrecer cursos de formación a voluntarios y profesionales de protección civil y emergencias. Sin embargo, el Gobierno gallego reconoce el fracaso de esta medida, puesto que, aunque estaba dirigida principalmente a parados, finalmente la mayoría de los que se apuntaron eran trabajadores.

Por esta razón, decidió suspender esta línea de ayudas y reorientar el presupuesto a fomentar el autoempleo. Lo justifica en que hay "una gran demanda de ayudas" para establecerse como autónomo, lo que ha obligado a la Xunta a disminuir el importe medio de las subvenciones para poder beneficiar a más personas. De esta manera, se reforzará este programa con los fondos previstos inicialmente para los cursos de formación en materia de protección civil y emergencias.