Después de conocerse el nuevo récord en el gasto de pensiones con los datos de julio, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social tiró de optimismo para mostrar su visión del sistema, que "tiene presente" y "va a tener un futuro halagüeño", para lo que el Gobierno debe velar por que sea "potente, fuerte, solvente" con medidas que surjan del debate en el Pacto de Toledo y la Mesa de Diálogo Social. Es una cuestión "absolutamente crucial", defiende Magdalena Valerio. "Quiero -añadió- transmitir confianza, esperanza en el sistema público de pensiones".

La ministra reconoce el "daño" provocado por la crisis y por unas "políticas restrictivas de derechos y de recortes que ha practicado el PP". Como ejemplo puso la reforma laboral, que "ha dañado el mercado de trabajo de una manera muy importante", al implicar "precarización de los contratos" y propiciar "una devaluación salarial importante" que ha conllevado la devaluación de las cotizaciones. "Han ido a menos y, por tanto, el sistema sólo con cotizaciones no se puede mantener. Y hay que comenzar a adoptar medidas", sostiene Valerio.

El objetivo del Ejecutivo central es "velar por la sostenibilidad social, financiera, jurídica y política del sistema". Reconoce que hay "muchos intereses", en referencia a los planes de pensiones privados, a los que "la inmensa mayoría de los trabajadores" no puede acceder "teniendo en cuenta el nivel salarial" de España.

"Si no es suficiente con cotizaciones, hay que inyectar Presupuestos Generales del Estado, impuestos. Y luego ya se puede debatir si nos vamos a impuestos especiales, tipo impuesto a la banca, a las transacciones financieras, la llamada tasa Google o a las tecnológicas. O nos vamos a hacer una reforma fiscal justa", apuntó.