A la vuelta de la esquina está otro de esos conceptos de larga nomenclatura e incluso difíciles de entender de primeras, pero que van a marcar el rumbo de todo un sector y de la sociedad en general. El Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP, por sus siglas en inglés) entrará en vigor en Europa este sábado como un nuevo método para medir el consumo y las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos teniendo en cuenta datos de conducción reales.

La norma WLTP, que ayudará a simular una conducción más realista y a obtener unos datos más fiables, sustituye al Nuevo Ciclo de Conducción Europeo, diseñado en los años ochenta y vigente desde 1992. Y desahuciado desde la polémica del fraude de las emisiones que azotó a la automoción mundial, el llamado dieselgate. En España, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo estudia la posibilidad de conceder una moratoria de un año a la aplicación del WLTP.