Ingrid Bergman toca el piano arrebatada mientras Leslie Howard la mira, absorto, con esmoquin impecable. El filme romántico Intermezzo se proyectaba en la sesión inaugural del Cinema Astra en 1941 -en plena Segunda Guerra Mundial-, en un edificio monumental construido al estilo de las grandes óperas, en el corazón de Milán. En el número 11 de Corso Vittorio Emanuele la película ayer era otra, la reapertura de la flagship -tienda de referencia- de Zara en la capital de la moda, pero el espíritu del viejo cine volvió a adueñarse de un inmueble que es de los pocos que Inditex mantiene en propiedad. El grupo lo adquirió al inicio de este siglo, poco después de que cesaran las proyecciones, y en 2002 abrió allí su primera tienda en Italia, que enseguida se convirtió en una de las más importantes del mundo para la primera marca de la compañía fundada por Amancio Ortega. Tras cuatro meses de obra integral, Zara Vittorio Emanuele renace ahora convertida en prototipo del modelo que marcará el futuro de la multinacional textil coruñesa: una tienda ecoeficiente, integrada con el canal online y donde la arquitectura se pone al servicio de la experiencia de compra para convertir al cliente en protagonista.

El nuevo Zara de Milán es una ventana al futuro de la marca. El presidente la multinacional coruñesa, Pablo Isla, la define como una "tienda única" y "una referencia" en el "modelo de integración de tiendas y online", por su diseño arquitectónico, el uso de tecnologías orientadas al cliente y sus mecanismos para minimizar el impacto medioambiental. Inditex se reinventa así para mantener su expansión. Tal como avanzó Isla en la víspera de la inauguración, en 2020 todas las marcas del grupo venderán online a cualquier rincón del planeta, el 100% de las tiendas servirá también pedidos realizados por internet y serán ecoeficientes.

La entrada a Zara Vittorio Emanuele podría ser la entrada a un museo: un gran espacio circular presidido por una lámpara de araña de cristal de Murano, con paredes de mosaico y pan de oro, esculturas y suelos de mármol italiano, todo original del antiguo cine y protegido por Patrimonio. Desde allí un acceso a nivel y una escalinata distribuyen a los clientes hacia las cuatro plantas de la tienda, en las que las escaleras mecánicas se han desplazado del centro hacia el lateral, recuperando el flujo original por el antiguo ambigú del cine creando espacios diáfanos en cada uno de los pisos, interconectados por patios ovales en el centro. La reforma ha dotado también a la tienda de grandes pantallas allí donde el cine las tenía y las líneas de luces en el techo reproducen la estructura radial de las filas de butacas. Todas las paredes de la tienda son curvas. "Partimos de un espacio monumental. La morfología circular del espacio te envuelve y direcciona hacia el interior", explica la arquitecta encarga del proyecto, la coruñesa Elsa Urquijo.

La estética de la flagship es acorde a su entorno monumental: la catedral de Milán, el teatro La Scala y todo un entramado arterias comerciales donde se ubican las principales firmas de moda del mundo. A pocos metros se encuentra la histórica Galería Vittorio Emanuele II, también conocida como El Salón de Milán, un exclusivo emplazamiento copado por marcas de lujo como Gucci, Swarovsky, Louis Vuitton o Versace y en la que también se asienta la firma de Inditex Massimo Dutti.

Milán es el principal centro económico y comercial de Italia y comparte con París y Nueva York el título de capital mundial de la moda. Eventos como la tradicional Semana de la Moda y una arraigada tradición vinculada al diseño han hecho de esta ciudad del norte de Italia un referente internacional para el sector textil y un enclave fundamental para Inditex.

La arquitectura del establecimiento renovado transmite limpieza, claridad y sencillez. No hay alarde tecnológico a simple vista, pero los probadores tienen espejos interactivos, el stock de la tienda está integrado con el canal digital, hay una máquina para recogida de pedidos realizados por internet -también disponible en Marineda- y lo que la empresa llama la "cuarta sección", que completa las áreas de mujer, hombre e infantil: la dedicada al online. La de Milán es la segunda tienda de Zara del mundo en disponer de esta cuarta sección (tras la inaugurada en Londres la pasada primavera). "Tú puedes venir, ver la colección, probar las prendas y, si quieres, nosotros te gestionamos el pedido online y te enviamos a tu casa una prenda nueva sin que tengas que hacer colas para pagar ni cargar con la bolsa", explica un dependiente, con su tablet en la mano ante una pequeña colección de ropa de mujer de tendencia. Es, por el momento, la que está disponible en Milán.

El circuito cerrado de reciclaje de plásticos y cartón y la monitorización que consigue reducir un del 20% el consumo eléctrico y hasta un 40% el de agua son los pilares de las tiendas ecoeficientes. Un total de 3.200 tiendas del grupo están conectadas al sistema remoto que permite, por ejemplo, controlar las luces o el aire acondicionado de la tienda de Milán desde la central de Arteixo y que dispone de sensores de medición para regular de manera eficiente factores como la ventilación, la iluminación o la temperatura.

Ecoeficiencia, diseño y tecnología son las banderas que enarbola Inditex para el futuro inmediato, un escenario en el que se reinventa para seguir creciendo tras más de cuatro décadas de vida, desde el primer Zara abierto en Juan Flórez en 1975 hasta las 7.448 tiendas que suma ahora el grupo en todo el mundo.