-¿Galicia está preparada para aprovechar la revolución del vehículo eléctrico?

-Creo que debe estarlo, porque tenemos los ingredientes necesarios: integradores finales de primer orden mundial tanto en Galicia como en España, empresas auxiliares de referencia con alta tecnología y una experiencia de muchas décadas, centros de formación y universidades técnicas de gran prestigio formativo, etc. Con todo ello, debemos estar en primera línea de salida para competir. La clave está en ser ágiles para atraer las inversiones necesarias que complementen determinados procesos y aporten productos que lo hagan posible. Pero hay que moverse rápido, porque en todos los países se están posicionando muy rápido.

-La automoción se está consolidando en el norte de Portugal. ¿No daña esta competencia a Galicia?

-Portugal debería ser, por sus condiciones, un aliado de Galicia puesto que en determinados procesos y actividades aporta una capacidad productiva adicional y muy competitiva para las empresas gallegas. Esto debería ser visto como una fortaleza. El problema surge cuando las diferencias en las condiciones de implantación entre Galicia y Portugal son muy acusadas, porque eso desvía más inversiones de las que serían deseables, y especialmente las relacionadas con tecnologías críticas. Son los gobiernos los que deben facilitar que ese desequilibrio no se produzca y que las diferencias entre implantarse al norte o al sur del Miño no sean un desincentivo que juegue en contra de Galicia.

-¿Cuál es el nivel de competitividad de la metalurgia gallega frente a otras como Portugal o los países del norte de Europa?

-Creo que estamos en buena posición, y se constata en la cartera de pedidos actual en automóvil y construcción naval, por ejemplo. La crisis ha ayudado a que las empresas que han sobrevivido sean mucho más competitivas dado que han revisado sus modelos de negocio y optimizado sus procesos para no sólo superar las dificultades, sino adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Pero no debemos perder de vista que la sostenibilidad futura pasa por apostar por estrategias de mayor valor añadido, especialización y diferenciación.