La última promoción de Domino´s Pizza muere de éxito. La cadena se ha visto obligada a poner fin antes de lo previsto a su última (e inusual) campaña en Rusia. La compañía ofrecía pizza gratis de por vida a todos aquellos clientes que se tatuasen el logo de la firma y diesen cuenta del resultado a través de las redes sociales. Pero la cadena de alimentación no calibró bien qué está dispuesto a hacer un ruso por su comida favorita y se ha visto obligada a retirarla tras solo una semana en marcha. De lo contrario, lo que en teoría era una forma de expandir su marca por un mercado donde su huella no es tan honda, amenazaba con dejar pérdidas millonarias tras de sí.

Y es que unos 350 habitantes rusos decidieron tatuarse la emblemática ficha de dominó de la marca de pizzas en apenas una semana, pulverizando todas las previsiones de la compañía, que no esperaba semejante aluvión de tinta. Tal fue el seguimiento que si cada uno de los beneficiarios de la campaña pidiese una pizza cada día, la compañía tendría que afrontar una factura de 127.750 unidades gratis cada año.

Domino's Pizza acordó frenar de forma abrupta su controvertida promoción ante la amenaza de que la medida golpease a su cuenta de resultados. Suponiendo un precio equivalente a 10 euros por cada pizza encargada, la medida tendría un impacto negativo de 1,53 millones de euros al año.