La desaceleración económica afectó el pasado agosto al mercado laboral español y gallego, con aumentos del desempleo en ese mes del año que no se veían desde hace una década en el caso nacional y desde 2011 en el gallego. Esa mala evolución del paro registrado fue fruto de la destrucción de puestos de trabajo por el fin de la temporada estival, con caídas de la afiliación a la Seguridad Social tanto en Galicia como en el conjunto de España. Este varapalo -de 202.000 ocupados menos en todo el Estado solo en ese mes- se suma al ya mal balance en materia laboral que registran tanto la comunidad como el país desde el inicio de la crisis económica, hace ya una década.

Ayer se cumplieron diez años de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, que para muchos expertos y economistas marca el inicio oficial de la crisis económica y financiera global de los últimos ejercicios, y la caída de cotizantes en relación con entonces es todavía sangrante en la mayor parte de España. A cierre de agosto de 2008 Galicia contabilizaba 1.091.537 afiliados a la Seguridad Social mientras que el mes pasado la comunidad acabó con 1.020.388 profesionales dados de alta, con lo que aún tiene un déficit de 71.149 puestos de trabajo, un 6,5% menos que hace una década pese a los últimos años de recuperación. Esos 71.000 empleos son la cifra más alta de todas las comunidades, con lo que la autonomía gallega lidera la destrucción de puestos de trabajo en los últimos diez ejercicios.

Ninguna provincia de Galicia logra escapar a este mal comportamiento del mercado laboral en la última década pero A Coruña es la que mejor parece haber resistido los embates de la crisis en lo que a la destrucción de empleo se refiere. La pérdida de afiliados en la provincia coruñesa fue del 4%, con 18.480 menos, al pasar de 452.504 en agosto de 2008 a 434.024 en el mismo mes de este año, mientras que las otras tres sufrieron descensos superiores al 8%. La que tiene la proporción más alta de merma en su nómina de cotizantes es Ourense, que perdió el 8,8% del total, lo que equivale a 9.182, pero fue la provincia de Pontevedra en la que más trabajadores abandonaron el mercado laboral, un total de 32.531, casi la mitad del empleo destruido en toda Galicia en estos diez años. Si antes de empezar la crisis contaba con 389.757 afiliados a la Seguridad Social, ahora suma 357.226, lo que implica una reducción del 8,3%. Lugo, por su parte, vio caer su nómina de ocupados un 8%, con 10.957 menos, al pasar de tener 135.953 profesionales con trabajo a rozar los 125.000.

La pérdida de esos 71.000 empleos en Galicia en la última década deja un escenario desolador en el medio plazo pues al ritmo actual de creación de empleo -la comunidad sumó 21.497 afiliados a la Seguridad Social en el último año- el mercado laboral gallego aún tardaría más de tres años en recuperar las cifras previas a la caída de Lehman Brothers y el inicio de las dificultades económicas.

El balance en el conjunto del Estado es considerablemente mejor pues a día de hoy cuenta con 297.742 cotizantes menos que hace 10 años, lo que supone un descenso del 1,6%. La Seguridad Social pasó de tener dadas de alta 19.137.556 personas al cierre de agosto de 2008 a 18.839.814 al finalizar el mes pasado, con lo que al ritmo actual de creación de puestos de trabajo -casi 530.000 en el último ejercicio- tardaría poco más de medio año en alcanzar los niveles de ocupación precrisis.

En cuanto a la evolución del paro registrado, el balance en España es peor que el de Galicia, pero la cifra de inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es un termómetro menos fiable de la situación del mercado laboral porque muchos de los profesionales que pierden su empleo no se anotan en las listas al carecer de derecho a prestación, al tener pocas esperanzas de lograr una ocupación o al emigrar.

Galicia redujo considerablemente sus cifras de paro en los últimos meses pero aún tiene 11.987 desempleados más que en agosto de 2008, lo que supone un repunte del 8%. Si hace 10 años la comunidad gallega sumaba 152.437 personas sin trabajo, ahora supera las 164.400.

La situación por provincias deja a Ourense como la gallega con mejor comportamiento, con un aumento de su nómina de inscritos en el antiguo Inem de solo el 2,5%, con 453 más. En segunda posición aparece A Coruña, con 3.066 parados más que hace 10 años (pasó de 62.506 a 65.572), lo que equivale a un alza del 4,9%. Mientras, Pontevedra tiene 6.347 desempleados más que en 2008 (+11%) y Lugo 2.121, con un incremento de las personas sin trabajo del 15%.

Estos aumentos en el número de profesionales anotados en las listas del SEPE en Galicia quedan, sin embargo, muy por debajo del registrado en el conjunto del Estado, que pasó de contabilizar 2.530.001 parados en agosto de 2008 a superar actualmente los 3.182.068, lo que supone un alza del 26%. En números redondos, en España hay aún 652.067 personas más inscritas en el antiguo Inem que antes de comenzar las dificultades económicas.