El 42,1% de las personas físicas (sin incluir sociedades) dadas de alta como autónomas en Galicia son mujeres, según el último informe de la Seguridad Social actualizado al cierre del primer semestre del año. Son 58.716 autónomas, frente a 80.837 varones, las que ejercen su actividad de forma individual en la comunidad. La gallega es además la tasa más alta de autoempleo femenino de todo el Estado, donde la media se sitúa en el 35,2% de los algo más de dos millones de millones de personas físicas que ejercen por cuenta propia. Sumando los que están integrados en sociedades mercantiles, cooperativas u otras entidades societarias y colaboradores familiares, los autónomos alcanzan los 3,3 millones en España, casi 224.000 de ellos en Galicia.

Solo Asturias, con el 41%, se acerca al nivel de mujeres autónomas de Galicia. El resto de territorios se mueven entre el escueto 26,3% de Melilla y el 37,3% de Cantabria. La fuerte presencia de las mujeres en el autoempleo gallego tiene una componente sectorial, asociada tradicionalmente al trabajo en el campo, pero también de idiosincrasia, según explica la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Galicia. "Culturalmente la comunidad ha sido líder en emprendimiento femenino", explica el presidente de la agrupación, Rafael Granados, quien matiza que si bien este hecho se ha materializado "sobre todo en el ámbito de la agricultura y de la pesca", en la actualidad "se está trasladando a otras actividades como el comercio, los servicios y diversas profesiones". Este representante de los autónomos gallegos relaciona la feminización del autoempleo en la comunidad con el "matriarcado gallego". "La cultura de la mujer gallega es emprendedora", resume el presidente de ATA-Galicia.

Granados matiza, sin embargo, que en los últimos tiempos el número de mujeres autónomas en Galicia ha ido en descenso, al contrario de lo que sucede en el conjunto de España. Eso sí, el número de hombres autónomos también baja, por lo que la tasa femenina gallega se mantiene por encima del nivel del resto de comunidades. Según los datos recopilados por ATA-Galicia, en los últimos doce meses -de agosto del año pasado al mismo mes de 2018- la comunidad gallega perdió 2.218 autónomos, 1.503 varones y 715 mujeres. Las causas de baja de autónomos, explica Rafael Granados, son "muy variadas". Entre ellas, señala una "gran presión para eliminar falsos autónomos", y ejemplifica: "Este agosto, Coren metió en plantilla a mil trabajadoras que tenía como autónomas y eso repercute en las estadísticas".

La estadística permite observar la relación entre autoempleo femenino (autónomos personas físicas) y sector primario. El Informe de Perfiles por Comunidades Autónomas de Trabajadores Autónomos, Personas Físicas, en Alta en la Seguridad Social Informe de Perfiles por Comunidades Autónomas de Trabajadores Autónomos, Personas Físicas, en Alta en la Seguridad Socialde la Secretaría de Estado de Empleo al cierre del segundo trimestre del año recoge un peso del sector agrícola del 21,7% en Galicia, el doble que la media estatal (11,5%). También Asturias -la otra comunidad con presencia notable de autónomas- es más agrícola que la media, pero a distancia considerable de la autonomía gallega: 16,5%. Sin embargo, las comunidades que tienen más predominio de la agricultura en el mercado de trabajo por cuenta propia que la gallega muestran bajas tasas de autoempleo femenino, por lo que no existe causa-consecuencia generalizada respecto a este factor. Es el caso de Castilla y León, donde el campo copa casi uno de cada tres (el 27,8%) autónomos, mientras que el porcentaje de mujeres es de solo el 30,5%, por debajo de la media española. Lo mismo sucede con Castilla-La Mancha, que registra un 22,2% de autónomos en actividades agrícolas y solo un 30,4% de cuota femenina, o Extremadura, con el 25,5% de peso de la agricultura y un 31,4% de mujeres autónomas.

Por el contrario, autonomías más urbanas y con actividad primaria marginal mantienen tasas más altas de trabajo femenino por cuenta propia. En la Comunidad de Madrid el campo solo representa un 0,8% de la actividad de los autónomos y el 35,1% de ellos son mujeres. Un poco por encima de la media estatal, País Vasco tiene un 35,9% de presencia femenina entre sus autónomos y el sector agrícola solo supone el 5,5%. Cataluña y Valencia se mueven en cifras similares. El Ministerio de Trabajo apunta a que en la industria (22,9%) y, sobre todo en la construcción (3,6%), el porcentaje de mujeres autónomas es muy reducido.

En la provincia de A Coruña trabajan más de 36.000 mujeres autónomas, según los datos de la federación. La Cámara de Comercio coruñesa cuenta desde hace ocho años con el Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres, que el año pasado asesoró a 235 mujeres de las que 58 dieron el salto al emprendimiento. Según sus datos, las ideas de negocio se enmarcan fundamentalmente en el sector del comercio y los servicios, mayoritario en la zona. El perfil tipo de las usuarias de este plan es el de una mujer de entre 25 y 45 años, en situación de desempleo, con estudios superiores y trayectoria laboral previa que busca en la cuenta propia una salida laboral y de conciliación.