Las entidades financieras que operan en España registraron el pasado mes de julio una tasa de morosidad del 6,35%, ligeramente por debajo del 6,39% de junio, con lo que el indicador se sitúa en su nivel más bajo desde marzo de 2011, según los datos provisionales publicados ayer por el Banco de España. En esta ocasión la mejora del índice, que mide los créditos impagados en relación con el volumen total concedido, se explica en gran parte por el recorte de casi 1.300 millones registrado por los créditos impagados, que bajaron a 77.333 millones a finales de julio desde los 78.611 millones del mes anterior. También ayudó el recorte del volumen total del crédito que bancos, cajas y cooperativas habían prestado a sus clientes a cierre de julio, ya que se situó en 1,2178 billones de euros, frente a los 1,2297 billones del mes anterior.

En comparación con julio de 2017, la mejora de la mora se nota mucho más, ya que entonces se situaba en el 8,47%.