El expresidente de CatalunyaCaixa, Narcís Serra, defendió ayer la legalidad de los aumentos de salario aprobados en 2010 a la excúpula de la entidad financiera en el arranque del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona por los sobresueldos abonados en la antigua caja, que tuvo que ser rescatada por el Estado. En declaraciones a los medios, al preguntársele por las retribuciones supuestamente desproporcionadas que se aprobaron en dos consejos de administración de 2010, afirmó: "Estos sueldos escandalosos no existen. El fiscal solo nos acusa del salario del director. No acusa de nada más".

La Fiscalía pide cuatro años de prisión para Serra y el exdirector general, Adolf Todó, por dos presuntos delitos de administración desleal. A su llegada al tribunal, Serra afirmó que no se arrepiente de su gestión al frente de Caixa Catalunya: "Hice lo que debía hacer", dijo, y aseguró que todas sus decisiones fueron "legales y legítimas". El juicio continuará el próximo jueves.