José María Seijas (Cospeito, 1949) es el representante del pequeño comercio gallego desde 2001. En sus casi dos décadas en la Presidencia de la Federación Galega de Comercio ha visto esfumarse alrededor del 40% de los negocios -pasaron de casi 60.000 a poco más de 35.000-, a la vez que mejoraba la "profesionalidad" y "calidad" de los que perviven. Superada ya la guerra con los centros comerciales, Seijas tiene claro que el "enemigo" a batir ahora son "los grandes monstruos" de internet, una lucha de David contra Goliat en la que el comercio tradicional trata de subirse al carro de la venta online como puede. El colectivo reivindica su peso en la economía, con el 16% del empleo y el 11% del PIB, y pide apoyo institucional para su subsistencia: mejoras fiscales y la vuelta a la regulación de las rebajas anterior a la liberalización de 2012.

- Recién terminado el verano, ¿qué balance hace de la última campaña de rebajas?

-El balance no es positivo puesto que llevábamos unos meses facturando al alza pero, estos últimos fueron peores de lo esperado. La climatología no nos ayudó nada. Por otra parte, los indicadores económicos nos dicen que el resto del año no va a ser muy superior; por la desconfianza del consumidor, la congelación de salarios... Esperemos que de cara a finales de año, con la campaña de Navidad, se arregle un poco la situación.

- ¿Entonces no perciben la recuperación económica?

-Desde luego que no. Hay un empeoramiento del poder adquisitivo de los consumidores y esto es muy importante porque retrae las compras.

- El presidente de la Confederación Española de Comercio, Manuel García-Izquierdo, dijo que el sector está "obligado a reinventar las rebajas" para hacerlas atractivas. ¿Alguna idea?

-Yo soy vicepresidente con Manolo y este tema lo estamos llevando a cabo en conversaciones con el Gobierno central. Hemos hablado con la ministra y mandado escritos para que se vuelvan a regular las rebajas como estaban antes de 2012. Ahora mismo empiezan el 1 de enero y acaban el 31 de diciembre, porque cuando no es el viernes negro es el Jueves Santo? Cada semana hay tres o cuatro acontecimientos que llevan a vender con descuentos. Acostumbramos al consumidor a que si no hay descuentos no compra y en el pequeño comercio no podemos subsistir con estos márgenes tan reducidos. El pequeño comercio origina el 16% del empleo y es el 11% del PIB. Es un sector muy importante que los gobiernos tienen que tomar en consideración y adquirir un compromiso serio y decidido.

- De aquí a fin de año les quedan unos meses de fuerte competencia con plataformas digitales y grandes superficies con campañas como la del Black Friday ?

-Esto nos está perjudicando. Hoy en día el gran enemigo del pequeño comercio ya no son las grandes superficies, sino la venta online. Estos monstruos como Amazon, Alibaba? están haciendo unas ventas que nos afectan a todos. No cabe duda de que también nosotros tenemos que aprovechar este momento, las nuevas tecnologías y las redes sociales. No podemos dejar ese espacio vacío. Tenemos que ponernos al día.

- En 2012 crearon una plataforma digital para el pequeño comercio, comerciogalicia.es. ¿Cómo ha funcionado la iniciativa?

-Ahí estamos trabajando. Tenemos asesores y estamos tratando de que todos los comerciantes se sumen. Hay muchísimos productos subidos ya, pero nos queda mucho por hacer. El comerciante que quiera subsistir tiene que subirse a la venta online, que nos da la oportunidades de tener todos nuestros productos expuestos las 24 horas del día y vender en lugares a los que no podríamos llegar físicamente.

- ¿Tienen una estimación de qué porcentaje de la facturación del pequeño comercio gallego es de venta online actualmente?

-No tenemos un porcentaje exacto, pero hay un buen número de comerciantes que venden por internet, sobre todo los emprendedores jóvenes. Es más difícil para quienes ya llevan muchos años y que en algunos casos ya están cerca de la jubilación.

- ¿Cómo está el relevo generacional del comercio gallego? ¿Hay apoyo institucional para promoverlo?

-Hubo un momento en el que el relevo era uno de nuestros principales problemas. La gente no quería seguir con los comercios. Pero últimamente hay una serie de emprendedores con ideas nuevas, a través de la venta online y las redes sociales, y el comercio se está regenerando. Prácticamente se están manteniendo las aperturas y los cierres. Hay una serie de ayudas. En Galicia, la Dirección Xeral de Comercio nos tiene bastante en cuenta en comparación con otras comunidades. No quiere decir que no haya que hacer un plan de choque que aborde cuestiones que están poniendo en peligro la supervivencia del comercio tradicional.

- España y el resto del países de la Unión Europea están negociando una nueva fiscalidad para esos gigantes de la venta online a los que usted aludía. ¿Hasta qué punto es importante para ustedes que se cambie el marco legal?

-Tiene que haber una igualdad legislativa, que todos tengamos los mismos derechos y deberes, y que la venta online no esté libremente como está ahora mismo.

- Cuando se habla de nueva economía y de las plataformas digitales suele relacionarse con precariedad laboral. ¿Es el pequeño comercio garantía de condiciones de trabajo dignas?

-Naturalmente que sí. Como decía, generamos alrededor del 16% del empleo y es un empleo fijo y sano. La prueba está en que en este sector el que entra y es válido sigue hasta su jubilación. Durante estos años de crisis, donde menos empleo se destruyó fue en el pequeño comercio, lo cual da razón de que es un empleo estable, satisfactorio y bueno.

- Parece que hay una tregua en la guerra que libraron con los centros comerciales.

-Lo que es esencial para la buena marcha, tanto del comercio tradicional como de las grandes superficies, es que haya un equilibrio entre la oferta y la demanda. Las grandes superficies no se expansionaron últimamente, pero ahora habrá que hacer reuniones entre todos los canales de distribución porque el enemigo a batir son estos monstruos que vienen de fuera, como Alibaba, por ejemplo, que está en China y vende en A Coruña, en Lugo, en Ourense?, y no contribuye a nuestros impuestos ni a nuestro bienestar general.

- El precio de la electricidad se ha disparado en estos meses. ¿Qué peso tiene en sus cuentas?

-Es muy importante. Precisamente la fiscalidad es uno de los principales problemas que tenemos. Nos está saliendo muy cara la electricidad, y la iluminación en el comercio es muy relevante.

- ¿Qué cambios fiscales piden?

-Cambios de la fiscalidad en general. Hay que proteger al comercio de los desequilibrios, impulsar la dinamización, reducir la brecha digital, restablecer la política de rebajas? Hay una serie de medidas que los gobiernos tienen que poner en práctica y reunirse con los representantes de los comerciantes, que son los que saben lo que hay que hacer y no que los políticos den ideas en algunos casos descabelladas?

- ¿A qué casos se refiere?

-Por ejemplo a algunas declaraciones recientes sobre cobrar a la gente por probarse ropa en las tiendas [propuesta realizada por la consejera de Economía de Castilla y León, María Pilar del Olmo, del PP, en una Conferencia Sectorial de Comercio].