Reducir la deuda pública de España, equivalente al 98% del PIB, es una de las obligaciones que Nadia Calviño afronta desde que recibió la cartera de Economía, en junio. Tras cuatro meses en el cargo, la socialista hizo ayer su primer viaje oficial por el país y eligió -"deliberadamente", recalcó- A Coruña, su ciudad natal. En una conferencia en la Facultad de Economía y Empresa, Calviño defendió su compromiso con una reducción del déficit que no ponga en riesgo en crecimiento y abogó por incrementar la recaudación del Estado vía impuestos, ya que a su juicio no hay margen para más recortes en gasto público. La responsable de Economía aseguró que el Gobierno incluirá en los próximos presupuestos "medidas sociales para que el crecimiento económico llegue a todos".

"Es necesario actuar para aumentar la base de los ingresos impositivos teniendo en cuenta que nuestro país tiene un porcentaje de ingresos sobre el PIB del 38%, siete puntos porcentuales por debajo de la media de los países desarrollados de nuestro entorno", expuso la ministra, en declaraciones a los medios al término del coloquio. La socialista concretó los gravámenes que el Ejecutivo central prevé incrementar: el IRPF para las rentas más altasIRPF -a partir de 140.000 o 150.000 euros, matizó-, el impuesto de sociedades "sobre todo para las grandes corporaciones" y "otro tipo de fuentes impositivas" que puedan "adaptar el sistema fiscal a la realidad del siglo XXI", como "una tasa para las grandes plataformas digitales" o "un impuestos sobre las transacciones financieras".

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Nadia Calviño, en la Universidade da Coruña

"En un entorno de deuda pública no es razonable plantear rebajas fiscales", argumentó Calviño, quien puso por delante que no tocará las rentas de las clases trabajadoras. La titular de Economía del Gobierno español incidió en la necesidad de que el crecimiento "sea inclusivo" y valoró que Bruselas empieza a tener en cuenta este aspecto en sus evaluaciones: "No podemos fijarnos solo en los datos macroeconómicos, hemos de ver los desequilibrios que subyacen". En este sentido, la ministra admitió las "altas tasas de precariedad" y un nivel de desempleo todavía "inasumible" en torno al 15%, situaciones de afectan directamente a los ciudadanos. "¿Cómo puede alguien emanciparse si no tiene una situación laboral estable?", se cuestionó ante un auditorio repleto de estudiantes. Respecto a los jubilados, la socialista insistió en que es "deseable" actualizar las pagas según el IPC de manera estable y que también lo es "garantizar pensiones dignas dentro de 20 y 40 años", por lo que llamó a "atender el reto demográfico".

En cuanto al marco laboral, la ministra coruñesa lamentó que el empleo creado en los últimos años está ligado a "una altísima rotación de los contratos y un abuso de la contratación temporal y a tiempo parcial", por lo que calificó de "muy importante" favorecer la contratación indefinida y la estabilidad en el empleo.

Calviño restó importancia al enfriamiento económico global ya que, según aseguró, "la economía española tiene bases sólidas de crecimiento" que mantendrán el ciclo pese a factores adversos como el fin de la política expansiva del BCE, la moderación del comercio internacional o el repunte de los precios del petróleo. La ministra reiteró que es momento de acometer reformas para resolver los retos sociales y avanzó que las cuentas de 2019 conjugarán "estabilidad presupuestaria, reducción del déficit público y ajuste estructural con políticas que consigan atajar la desigualdad".