La mayoría de las empresas familiares españolas (64%) han ampliado sus plantillas durante el último año y una proporción de ellas aún mayor (80%) asegura tener confianza o mucha confianza en la marcha del negocio para el próximo ejercicio, según refleja el Barómetro Europeo de la Empresa Familiar, realizado en España por KPMG en colaboración con las asociaciones territoriales vinculadas al Instituto de la Empresa Familiar Instituto de la Empresa Familiar. El trabajo viene a concluir que este tipo de compañías está teniendo un papel nuclear en el proceso de recuperación de la economía española, aunque están avanzando en ellas también inquietudes por riesgos vinculados al cambio de paradigma tecnológico (las dificultades para reclutar y retener el talento) y las asociadas a las incertidumbres políticas nacionales y globales en los últimos años.

En los siguientes puntos se desarrollan los principales resultados que se recogen en el barómetro.

Facturación. El último ha sido un año favorable para la marcha de las empresas familiares españolas, conforme a las respuestas recogidas por KPMG entre los directivos. El 74% de los encuestados afirma haber incrementado la facturación en ese tiempo, tasa superior en cuatro puntos a la correspondiente a la encuesta de 2017. Es asimismo una proporción "notablemente" superior al promedio europeo (64%), según recoge también el informe.

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Empleo. El diferencial positivo de crecimiento de la economía española respecto al de la UE contribuye a explicar esos últimos datos y también el referido al comportamiento del empleo: el 64% de las compañías españolas han reforzado sus equipos con nuevas contrataciones, por encima del balance de 2017 (59%) y de la media comunitaria (53%). "En el extremo contrario, sólo el 8% de las empresas familiares ha reducido personal", destaca el análisis elaborado por KPMG.

Perspectivas. Los resultados de la encuesta llevan a concluir que, pese a los riesgos de desaceleración global en el crecimiento que vislumbran los observatorios multilaterales (FMI y OCDE) y a otras incertidumbres, las empresas familiares españolas mantienen la confianza en la fortaleza de su desempeño. "Aunque el escenario regulatorio, político y comercial del último año ha estado marcado por la incertidumbre, tanto en el mercado local como en el europeo, ocho de cada diez empresas familiares españolas y siete de cada diez europeas han expresado que sienten confianza o mucha confianza en la situación económica de sus negocios a un año", remarca el trabajo que ha coordinado Ramón Pueyo Viñuales, socio de KPMG.

Preocupaciones. El barómetro refleja las tres grandes preocupaciones que manifiestan los empresarios españoles: en primer lugar, el riesgo de decremento de la rentabilidad, mencionado por el 42% de los encuestados; las dificultades para reclutar los perfiles profesionales más demandados (38%) y "la incertidumbre política que ha marcado el calendario público en los últimos tres años tanto a nivel interno como global". Esta última opción ha sido seleccionada por el 35% de las empresas consultadas.

Respecto a la encuesta de 2017, llama la atención el repunte de la inquietud por la situación política (26% el pasado año) y cómo la también llamada guerra por el talento se consolida como una de las preocupaciones en mayúsculas del tejido empresarial. KPMG lo analiza así: "La urgente necesidad que comparten las empresas familiares y no familiares de acometer procesos de transformación digital y tecnológica está en la raíz de esta guerra por el talento". Las compañías necesitan reclutar a profesionales con conocimientos y habilidades muy específicas o formarlos rápidamente, en competencia además con otros actores. "Las empresas familiares (...) tienen que gestionar las dificultades que implica, por un lado, competir con grandes empresas muy bien posicionadas como empleadores de referencia y, por otro, los potenciales conflictos que pueden surgir al incorporar a posiciones relevantes de la compañía a profesionales ajenos a la familia", resalta el informe coordinado por Pueyo Viñuales.