Entre el anuncio en julio del acuerdo de Globalvia con Abanca, Kutxabank y Sacyr para comprarles sus participaciones en Itínere y el del supuesto pacto también que Corsair y el fondo holandés APG desvelaron el pasado septiembre con "ciertos accionistas minoritarios" en su contraataque por el control de la concesionaria de la AP-9 había, entre otras muchas incógnitas sobre quién sería realmente el futuro dueño del suculento negocio alimentado por el tráfico de la principal carretera de pago en Galicia, un porcentaje de capital que hacía pensar que Sacyr podría haber cambiado de bando. El grupo de servicios presidido por Manuel Manrique lo negó. Pero ayer llegó la confirmación de que, al menos de momento, da marcha atrás en sus planes iniciales. Globalvia se ha hecho con el 40,1% de los títulos tras consumar ante notario el traspaso de los paquetes de Abanca (23,8%) y Kutxabank (16,3%) por un importe de 521 millones de euros. Su siguiente paso en la batalla por la Autopista del Atlántico y seis concesiones más en las que también hay varias vías gallegas será demandar a Sacyr por "incumplir" el acuerdo.

A diferencia de Globalvia, Corsair sí formaba parte ya antes del accionariado de Itínere. Tiene el 37,9% del capital. Como socio que es, tenía preferencia sobre la oferta de Globalvia una vez realizada, siempre que como mínimo pusiera sobre la mesa las mismas condiciones. Tanto de precio, como de volumen de capital.

Corsair y APG aseguraron en septiembre que se habían garantizado el 59,2% de los títulos, lo que implicaba a hacerse con el 5,8% de Liberbank, siempre partidaria de esta opción, y un 15,5% a mayores que apuntaba a Sacyr. Su intención, además, era "facilitar una solución para los accionistas minoritarios restantes", aunque este porcentaje en sí mismo ya le daba una mayoría sobrada en la concesionaria que suma 609 kilómetros de autopistas de peaje en España. Un juzgado de lo Mercantil de Madrid, sin embargo, suspendió de forma cautelar la operación a petición de Globalvia, a la espera de ver si efectivamente las condiciones en el derecho de tanteo eran iguales.

"Transcurrido el plazo estipulado para el ejercicio de derecho preferente de suscripción por parte de Corsair (o un tercero designado por Corsair) sin que ese derecho haya sido ejercido en igualdad de condiciones a las notificadas por las partes, Globalvia había convocado hoy [por ayer] al cierre de la operación a los vendedores", asegura la firma liderada por Juan Béjar en un comunicado, en el que menciona expresamente la "no comparecencia" de Sacyr. De ahí que vaya a continuar "con las acciones legales" para exigirle "el cumplimiento del compromiso de venta que Kutxabank y Abanca sí han atendido y que contemplaba una indemnización de 100 millones de euros por incumplimiento".

Para enmarañar todavía más el culebrón alrededor de Itínere, Sacyr defendió ayer que sí se presentó en la notaría, "al igual que lo hizo cuando fue citado por APG-Corsair", y que "manifestó la existencia de unas medidas cautelares impuestas por una corte arbitral que impedían la transmisión de dicha participación", en referencia al laudo de septiembre de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid. Por eso niega que tenga que afrontar "ninguna indemnización". "Sacyr decidirá, a través de sus órganos colegiados y en función del análisis legal y jurídico oportuno, sobre la venta de su participación del 15,5% en Itínere una vez se levanten las medidas cautelares que se han impuesto sobre la transmisión de la participación", añade.

La compañía, que no descarta emprender una batalla judicial también "en defensa de sus intereses", tiene la llave de mando de la concesionaria que gestiona, además de la AP-9, la AG-57 entre Puxeiros y Val Miñor y la AG-55 de A Coruña a Carballo, y participa con el 18,3% en la AP-53, controlada precisamente por Globalvia. En estos momentos, Globalvia cuenta con el 40,1%. Corsair controla el 37,9% y alcanzará el 43,7% cuando asuma la porción de Liberbank.