Alcoa cierra en A Coruña. Los peores presagios se han cumplido y la multinacional aluminera comunicó ayer el cierre de las plantas de A Coruña y Avilés (Asturias)cierre A CoruñaAvilés Asturias. Con esta decisión -ya inició el procedimiento para negociar un despido colectivo en ambas factorías- dejará en la calle a dos plantillas que suman casi 700 trabajadores, 369 en A Grela, a los que se suman varias decenas de subcontratados. De hecho, la clausura de las instalaciones pone en riesgo también más de 2.000 empleos indirectos e inducidos.

La compañía, que amenazó con echar el candado en 2014 tras no salir satisfecha de la puja en la que se reparten las primas eléctricas, cifra en 78 millones de euros las pérdidas con que cerrarán el año las dos factorías de aluminio primario, y que se suman a los 26 millones del ejercicio anterior. La compañía fundamenta su decisión principalmente en que las fábricas no son competitivas y "están obsoletas" (hace años que no se invierte en ellas ni en mantenimiento) y pone el problema de la luz y de los precios de la materia prima como secundarios.

La plantilla, indignada, rechaza los cierres y todas las administraciones gallegas intentan "in extremis" que la compañía rectifique y mantenga la actividad. La cuenta atrás está activada. El día 31 se constituirá la mesa de negociación del despido colectivo. Las distintas administraciones y partidos políticos gallegos defendieron ayer el diseño de una estrategia de batalla conjunta con Asturias y el Gobierno central contra la decisión de la multinacional.

No es la primera vez que Alcoa anuncia un despido colectivo. Ya lo hizo en 2014, cuando consiguió que se celebrase una segunda subasta eléctrica tras no salir bien parada de la primera. La multinacional ya argumentaba entonces que las plantas de A Coruña y Avilés eran de las más vulnerables del grupo por problemas estructurales por su menor capacidad de producción (suman 180.000 toneladas al año), una tecnología menos eficiente (la Soderberg, que prácticamente ha desaparecido) y elevados costes fijos. Pero ahora hay más.

"Estos problemas estructurales, unidos a factores externos de mercado, como la sobrecapacidad de producción de China, el elevado precio de las materias primas y el coste de la energía, han generado pérdidas significativas en estas plantas en los últimos años, que previsiblemente continuarán", argumenta la empresa. La factura eléctrica es el campo de batalla desde que desapareció la tarifa G-4, que repartía ayudas directas a la industria electrointensiva. El PP ideó un sistema de pujas, que Alcoa siempre criticó, el precio de la luz se ha disparado en el último año y lejos de anunciarse ese marco energético estable, que vienen industria y sindicatos desde Galicia y España, sigue sin llegar. Al contrario, aumenta la incertidumbre con la carrera hacia la descarbonización, que supondrá supuestamente un aumento aún mayor de la factura eléctrica.

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Manifestación de trabajadores de Alcoa en A Coruña contra el cierre

La plantilla, indignada, plantará batalla: "No vamos a aceptar los despidos ni el cierre", aseveró el presidente del comité de empresa de la factoría de A Grela, Juan Carlos López Corbacho. Los representantes de los trabajadores manifestaron su indignación por el fondo y las formas de la comunicación del cierre. La plantilla recibe conmocionada el anuncio del cierre e inicia movilizaciones con un bloqueo de la producción, un corte de tráfico y una acampada a las puertas de la fábricamovilizaciones .

Estaban convocados a una reunión urgente, ayer a mediodía, que se tradujo en la lectura de un comunicado interno que lleva la firma del presidente Tim ReyesTim Reyes. En ese documento, "Alcoa se compromete a ofrecer un plan social para alcanzar el mejor acuerdo posible por ambas partes, la compañía y los trabajadores".

"El anuncio que hoy -por ayer- hacemos no tiene nada que ver con el desempeño diario y esfuerzo de nuestros empleados. Me consta que en estos últimos años todos se han esforzado al máximo", escribió Reyes. Pero no hay consuelo para los trabajadores y sus familias, que sienten la espada de Damocles desde hace años y ayer vieron cumplidos sus peores presagios. "Quien tiene capacidad para evitar este tipo de situaciones es quien está alimentando la deslocalización de las empresas, los gobiernos centrales, tanto el anterior del PP como el actual del PSOE, con políticas encaminadas al cierre de la industria electrointensiva (...) Alcoa tiene pérdidas en aluminio, pero como grupo gana dinero a patadas", protestó el comité de empresa.

El complejo de San Cibrao (Lugo) es el único que se salva de la sangría. En Lugo hay dos fábricas. "La de alúmina gana dinero, pero la de aluminio da resultados negativos por primera vez", aseguran fuentes de Alcoa, que no facilitó cifras de la planta lucense. Sin embargo, los representantes de la plantilla coruñesa sí aportaron algún dato. "Vaya por delante que creemos que no es necesario cerrar ninguna, que todas son viables, pero mientras Alcoa habla de que A Coruña y Avilés pierden este año 39 millones de euros, en el caso de la planta de aluminio de San Cibrao las cifra en 27,5 millones en solo dos o tres meses. Y la previsión es que siga así", relató López Corbacho.

La clave en el caso lucense está en la alúmina, que con el encarecimiento de la materia prima permite a la compañía obtener beneficios. "Siempre se habló de grupo y no pueden adoptar medidas por fábricas. Si todo el grupo en España da beneficios, no tienen sentido los cierres y los despidos", sentenció el portavoz de la plantilla coruñesa, con 369 operarios.