El interés de Klesch Group por hacerse con las plantas que Alcoa quiere cerrar en A Coruña y Avilés interésKlesch GroupAlcoa cerrar A Coruña y Avilés (de las que dependen casi 400 trabajadores en cada una) no parece que vaya a cambiar los planes de la aluminera estadounidense ni que sea el salvavidas de ambas fábricas. La compañía deja entrever -aunque evita rechazarla o desecharla tajantemente- que esa posibilidad tiene pocas opciones de prosperar puesto que ya intentó colocar las dos factorías "recientemente" sin éxito. A preguntas de este diario sobre el interés por las plantas del grupo europeo con sede en suiza, fuentes de Alcoa detallaron que el último intento de venta de ambas fábricas se produjo entre "finales de 2017 y principios de este año", pero que se cerró sin que la compañía obtuviese ofertas en firme por estos activos.

La operación, que la aluminera define como un "proceso profesional" de cara a la posible venta, estuvo pilotada por el grupo de inversión Goldman Sachs, que fue el encargado de identificar y contactar con posibles firmas del sector interesadas en hacerse con estas instalaciones que la multinacional estadounidense ya no quiere. Dentro de ese procedimiento sí hubo empresas que requirieron información sobre la situación de las fábricas, de cara a una posible operación, pero finalmente Alcoa no recibió ninguna oferta en firme por las plantas coruñesa y asturiana, por lo que descartó esta opción y cerró el proceso.

"Ahora lo que se ha planteado es el inicio del periodo de consultas", detalló la aluminera sobre la situación actual, en el marco del expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción en las dos plantas, previo a su cierre, un proceso que está previsto que comience el próximo día 31. En este sentido, fuentes de la multinacional estadounidense insistieron ayer en que la decisión que ha adoptado no responde exclusivamente al problema de los precios de la electricidad sino que los costes de la energía son "uno de los muchos problemas estructurales" de las dos fábricas que pretende cerrar.

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La plantilla de Alcoa mantiene la producción "con las mismas garantías", pero sin dejar salir camiones

La búsqueda de comprador para las plantas de A Coruña y Avilés no es algo nuevo, pues ya lo intentó en 2016, cuando la compañía mantenía la incertidumbre sobre su futuro y aseguraba que sopesaba deshacerse de ellas, cerrarlas o realizar ajustes. Finalmente no se produjo ninguno de esos escenarios pero sí que hubo contactos con empresas del sector para una posible operación. Entre ellas, como publicó en su día este diario, estaban el grupo español Alibérico y el alemán Trimet, además de tres fondos de inversión. Uno de ellos era Atlas Holding, que ya había comprado en 2014 a Alcoa las fábricas de Amorebieta y Alicante (gestionadas a través de la firma Aludium) además de la francesa de Castelsarrasin. Este fue el aspirante a hacerse con las fábricas coruñesa y asturiana pero finalmente, por causas que se desconocen, las negociaciones entre ambas partes no prosperaron y las plantas siguieron en manos de la aluminera estadounidense.

Aunque el escenario actual de cierre era una de las opciones barajadas en los últimos ejercicios, los trabajadores recibieron con sorpresa el anuncio pues no esperaban que se fuese a producir de forma inminente pues desde 2016 no había habido novedades sobre la posibilidad de la venta y se desconocía que la compañía había abierto un nuevo proceso para colocarlas en el mercado e intentar venderlas.

Ahora la situación de las plantas de A Coruña y Avilés recuerda más a la vivida en 2013 en Italia, donde Alcoa cerró las factorías de Fusina y Portovesme por los elevados costes energéticos que soportaban.

La plantilla coruñesa de la aluminera carga contra la dirección del grupo por alegar que la "tecnología obsoleta" y su menor eficiencia son las causas del cierre de las fábricas cuando la propia firma fue la que lo propició al no realizar inversiones. Además, defiende que el conglomerado estadounidense tiene centros de producción en Noruega que cuentan con la misma tecnología que las de A Grela y Avilés y que están operativas en la actualidad. De hecho, los representantes de los trabajadores de A Coruña aseguran que Alcoa llegó a señalar que las plantas españolas eran de las más eficientes del grupo una vez descontados los precios de la electricidad.