El grupo de economistas Fedea advirtió ayer de que la derogación de la reforma de 2013 sin un plan alternativo pondría en riesgo la viabilidad del sistema de pensiones y la equidad intergeneracional, ya que supondría un aumento anual de entre 3 y 3,6 puntos del PIB al déficit de la Seguridad Social.

El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, destacó durante la presentación del informe Hacia una nueva reforma de las pensiones, que no sería prudente derogar la reforma de 2013 sin un plan "alternativo, claro y bien estudiado". De cara a 2050, dijo, habrá un aumento "muy grande" del número de pensiones y lo tendrán que pagar generaciones bastante pequeñas. "La carga sobre esta gente puede ser demasiado alta e injusta en términos de reparto generacional", añadió, tras asegurar que de cara a los próximos años no se puede dejar que las pensiones se coman el margen de maniobra fiscal del Estado.

En esta línea, afirmó que podrían pasar cosas que mejoren el sistema, aunque lo ve "poco probable". Entre las acciones que mejorarían el sistema, destacó que haya un enorme flujo de inmigrantes castellanoparlantes y "bien cualificados", que se puedan integrar bien en la economía y sociedad española, así como el alza de la productividad.

Para de la Fuente, esta última es en la que se debe trabajar. "La experiencia no nos sugiere que sea muy probable que tengamos un milagro de productividad, especialmente si no hacemos nada", concluyó.