El Banco Popular puso en marcha un proceso interno de monitorización continuada de la evolución de su liquidez a finales de marzo de 2017, con una frecuencia elevada y creciente que llegó a ser, como mínimo, cada dos horas, y cuyo cuadro resumen era remitido al Banco de España de forma puntual, según un informe confidencial del supervisor fechado 16 días después de la resolución de la entidad y al que ha tenido acceso Europa Press.

Popular creó este comité de seguimiento de la liquidez de alto nivel, con capacidad para recomendar la solicitud de una Provisión Urgente de Liquidez (ELA), para evaluar la evolución diaria de la misma y sus perspectivas debido a la pérdida progresiva de la confianza de los inversores, provocada por factores como las tensiones en el seno del consejo, entre otros.