Los comités de empresa de las factorías que Alcoa tiene en A Coruña y Avilés (Asturias) estaban convocados ayer en Madrid para la constitución de la mesa de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que la aluminera quiere aplicar en ambas plantas -con 369 trabajadores la primera y 317 la segunda-, pero los representantes de la plantilla coruñesa no acudieron al encuentro al estimar que el proceso no es válido y los de la avilesina, que sí se presentaron en el lugar concertado, no se sentaron a negociar por entender que el proceso es ilegal. La multinacional estadounidense, sin embargo, da por iniciado el periodo de consultas del despido colectivo y ha convocado a los representantes de los trabajadores a otra reunión el próximo 6 de noviembre.

"No acudimos, pese a que estábamos en Madrid, porque creemos que el ERE vulnera la legislación vigente pues no se puede negociar conjuntamente sino de forma individual, en cada planta. La empresa está en fraude de ley y el proceso es nulo. Si acudiésemos a la reunión estaríamos dando validez a algo ilegal", explicó a este diario el presidente del comité de empresa de la factoría de A Grela, Juan Carlos López Corbacho, tras dejar plantados a los representantes de la aluminera en el hotel madrileño en el que estaban citados.

De hecho, el portavoz de los trabajadores coruñeses recordó que el pasado martes los integrantes del comité denunciaron el ERE por este motivo tanto ante la Inspección de Trabajo estatal como ante su homóloga autonómica, por lo que no prevé sentarse a negociar mientras no haya una resolución administrativa. "El proceso tiene que ser declarado nulo, porque los despidos deben negociarse en cada fábrica. No somos la misma empresa pues desde 2014 somos diferentes jurídicamente. Parece que quieren debilitarnos como representación sindical", argumentó López Corbacho. El presidente del comité de empresa de A Coruña incidió además en que a las denuncias ante las autoridades laborales españolas se suma la demanda del comité de empresa europeo (Eurofórum) presentada ante la Justicia holandesa por incumplimiento del periodo de información previa y consulta de 15 días que establece el reglamento europeo para adoptar medidas de estas características. La empresa comunicó al comité europeo la presentación del ERE una hora antes de anunciarlo a las factorías afectadas, por lo que el Eurofórum considera que la Justicia debe tumbarlo. "Hay defectos de forma por vulneración de la normativa europea, por lo que pedimos que se paralice el proceso mientras no haya resolución del juzgado holandés", explicó el portavoz de la plantilla de A Grela.

Los integrantes del comité de empresa de Avilés sí acudieron al encuentro con la empresa, pero no llegaron ni a sentarse y le transmitieron la misma idea defendida por sus homólogos coruñeses: que el ERE no está en marcha "por ilegal" y que habiendo denuncia del comité europeo no van a negociarlo. Inmediatamente abandonaron la reunión.

Alcoa, sin embargo, da por iniciado a "31 de octubre" el periodo de consultas para el despido colectivo y asegura que ya ha comunicado "a la autoridad laboral competente" este hecho, y ya remitió "toda la documentación requerida". Fuentes de la aluminera apuntaron que el grupo comunicó el pasado 17 de octubre a la plantilla la intención de iniciar el proceso para la presentación de un expediente de regulación de empleo con la finalidad "de que designasen una comisión representativa de los trabajadores". "Pero no se ha constituido ni comunicado", lamentó un representante de la firma con sede en Pittsburgh, que añadió que la normativa laboral no impide que se inicie el periodo de consultas por la ausencia de la comisión representativa de los empleados.

Por ello, la aluminera da el proceso por iniciado y, aunque "insistirá en reclamar que se constituya" la comisión, convoca a los representantes de los trabajadores para el próximo 6 de noviembre. Fuentes de Alcoa también quisieron resaltar que el objetivo de la compañía es "reducir al máximo" el impacto de esta medida y lograr "el mejor acuerdo para ambas partes".

El encuentro con la empresa era solo una de las múltiples citas que tenían ayer los trabajadores de Alcoa en Madrid. La mayor parte de ellas era en el Congreso de los Diputados, donde los comités de empresa de A Coruña y Avilés trasladaron a todos los grupos parlamentarios la necesidad de trabajar unidos con el único objetivo de lograr la retirada del ERE, una demanda que todos aceptaron y se comprometieron a adoptar las medidas necesarias para mantener un "sector estratégico" para España como es el del aluminio.

Estos encuentros se produjeron justo antes de la celebración de un pleno en el Congreso en el que la ministra de Industria, Reyes Maroto, respondió a varias preguntas sobre la situación de Alcoa.

La ministra también reivindicó la importancia de la "unidad de acción" para resolver este problema y defendió que la multinacional estadounidense "tiene que dar una garantía de que se pueden mantener la plantas productivas" y, en caso contrario, deberán buscarse alternativas. De hecho, la responsable de Industria defendió que la prioridad del Gobierno es "mantener las dos unidades productivas abiertas y garantizar el mantenimiento del empleo", por lo que el Ejecutivo ya mantuvo encuentros con inversores para evitar el cierre de las dos factorías. "Efectivamente, Alcoa no tiene por qué cerrarse, porque hay una viabilidad económica en alguna de las plantas", aseguró Reyes Maroto, que también destacó que el mercado del aluminio "crece" en España.

Esta afirmación -"hay una viabilidad económica en alguna de las plantas"- soliviantó a los sindicalistas asturianos, que interpretaron que la ministra se refería a que en el escenario actual solo había solución para una de las dos fábricas que Alcoa quiere cerrar -A Coruña o Avilés- por lo que exigieron a Maroto "claridad" y "sinceridad" sobre la situación actual para no dar "falsas esperanzas" de futuro a los trabajadores. Los representantes de la plantilla de A Grela, por su parte, se mostraron sorprendidos por la crispación asturiana y aseguraron que en ningún momento entendieron que la ministra hablase de que solo podía haber solución para una factoría o de que solo había un posible comprador para una de ellas.

"Escuchamos todo lo que dijo la ministra en el pleno y en todo momento explicó que había salida para las dos fábricas y que las dos son viables. Aseguró que hay varios grupos internacionales interesados y que el Gobierno está trabajando en esa línea", sentenció López Corbacho. De hecho, tras el pleno, los trabajadores de Alcoa bajaron de la tribuna y se formó un corrillo con la ministra en el que Maroto insistió en esa idea: las gestiones para lograr una salida favorable para las dos fábricas. "La vimos tan convencida como nosotros de que vamos a salir de esta, de que vamos a sacar las plantas adelante. Incluso nos habló de nuestra propuesta de solución [presentada por el comité de A Coruña el pasado martes en la Delegación del Gobierno] y dijo que había muchas ideas y que se debe aprovechar todo ese trabajo para llegar a un final feliz", relató el portavoz de la plantilla coruñesa.

Los representantes sindicales de A Coruña atribuyen la crispación asturiana a "un malentendido", a que interpretaron mal la frase de la ministra durante el pleno. "Estaba hablando de que las plantas de Alcoa no tienen por qué cerrarse, 'porque hay una viabilidad en alguna de las plantas' en referencia a la de San Cibrao [Lugo], como ejemplo de que el negocio es viable. No se refería a A Coruña o Avilés, y así lo demuestra el resto de su discurso, en el que habló siempre de las dos", concluye López Corbacho.