El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 5.742 millones de euros entre enero y septiembre de 2018, un 13% más que el año pasado, gracias al impulso de su negocio en Brasil, que es y seguirá siendo su principal motor, y en otros mercados como España, México y Portugal. Así lo explicó el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, que pidió un marco legal "claro y seguro" para el mercado de las hipotecas, unos préstamos a muy largo plazo, que necesitan "estabilidad", pues el riesgo que se asume con ellos "es elevado".

El consejero delegado del Santander se une así a las voces del resto de bancos y se mostró en contra de que el Supremo aplique la retroactividad a su decisión de que la banca pague el impuesto de actos jurídicos documentados, además de abrir la puerta a que los bancos encarezcan esos préstamos para compensar el pago de ese tributo.