La cementera mexicana Cemex mantiene el plan de cierre de dos de sus siete fábricas de cemento en España (las de Gádor, en Almería, y Lloseta, en Baleares) y el expediente de extinción para sus 200 trabajadores, si bien la compañía aceptó aplazar este ajuste hasta enero y participar durante este tiempo en una "mesa de trabajo" con el Ministerio de Industria y las comunidades autónomas afectadas para "buscar alternativas de industrialización que permitan paliar los efectos" de la clausura.

La multinacional mexicana precisó que seguirá adelante con los cierres que anunció a medidos de octubre una vez que el próximo 31 de diciembre concluyan los trabajos de la mesa, cuya finalidad es dar tiempo a la búsqueda de soluciones que "minimicen el impacto en el empleo".

La constitución de una mesa de trabajo con Cemex fue anunciada ayer por el departamento que dirige Reyes Maroto, justo la víspera de que la multinacional mexicana iniciara el proceso formal del ERE. Industria detalló que esta mesa versará sobre el futuro industrial de estas plantas, y en ella también participarán, además del Ministerio y Cemex, los gobiernos de las autonomías en las que están las plantas afectadas y los sindicatos.