Alcoa no cede a la presión social ni al frente político que le apremian a retirar los despidos y negociar. La empresa responde con un silencio al grito unánime e incide en que la única negociación que hay sobre la mesa es la de los despidos y el plan social para mitigar sus efectos.

Madrid quiere sentarse con Alcoa, pero Alcoa desoye las llamadas. No hay comunicación entre el Gobierno y Pittsburgh, reconocen varias fuentes consultadas. Pudo haberla hace meses. Según ha podido saber este periódico, el presidente de la multinacional, Roy Harvey, intentó reunirse con el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado junio, el mismo mes que el socialista asumió la Presidencia del Gobierno y que el presidente ejecutivo de la multinacional visitó las plantas españolas e incidió en la "incertidumbre" por los precios eléctricos. Varias fuentes conocedoras de los movimientos de los últimos meses han confirmado que Harvey no tuvo respuesta de Madrid. Ahora es Pittsburgh quien da la callada por respuesta.

De hecho, fuentes de la aluminera explicaron que no hay novedades procedentes de la dirección de Pittsburgh tras el anuncio de la inmediata convocatoria de la subasta de la interrumpibilidad y de la activación de las ayudas por los costes indirectos de CO2 anunciadas el jueves por el Gobierno.