Los trabajadores de Alcoa de A Coruña y Avilés realizaron ayer, junto a otros aficionados gallegos y asturianos presentes en la ciudad, un acto de hermanamiento a las 19.00 horas en el entorno del estadio de Riazor con motivo del partido de fútbol entre el Deportivo y el Oviedo. Los empleados de la aluminera estadounidense acudieron a la cita con sus ya tradicionales camisetas reivindicativas contra el cierre de las fábricas (naranjas en el caso de los coruñeses y amarillas en el de los asturianos) y con las pancartas que lucen también en sus numerosas movilizaciones.

Los actos de protesta se trasladaron posteriormente al estadio, donde en el minuto cinco de partido comenzó a escucharse la proclama "Alcoa non se pecha", gritada por ambas aficiones, y se desplegaron varias pancartas de protesta contra el cierre de las factorías.