El 23 de marzo de 2015 bajaba para siempre la persiana Pórtico SA, la emblemática compañía gallega de muebles, menaje y artículos para el hogar tras medio siglo de trayectoria. Solo la exfilial DayaDay, traspasada a Tous durante el proceso concursal, esquivó el desastre. Se le atragantaron los planes de expansión, la caída de la demanda interna en España -doble recesión mediante- y un silo robotizado en el que invirtió unos veinte millones de euros. Este equipamiento continúa anclado a día de hoy en una nave de 5.000 metros cuadrados y más de 23 metros de altura, propiedad de Inversiones Novorod SL. Y ésta es la sociedad que ha decidido querellarse contra la administración concursal que gestionó la quiebra del grupo (Pórtico SA, Logística Balboa y Silnavin); la nave es suya, pero no ha cobrado los alquileres atrasados y no puede utilizarla aunque quiera. Retirar los estantes robotizados costaría "cerca de un millón de euros". El juzgado de Primera Instancia número 1 de Porriño, de la que es titular la magistrada Tatiana de Francisco, admitió la querella a trámite.

El auto de admisión se produjo en octubre del año pasado, pero la toma de declaración a los abogados de Lex Poetelia no se producirá hasta el próximo 19 de noviembre tras el retraso provocado por la huelga de los profesionales de Xustiza. "La causa ha sido declarada como compleja", explica el abogado de Novorod, Ramón Pérez Amoedo, del despacho Maio Legal. Al perjuicio causado durante el proceso concursal, según la parte demandante, se suma la "pérdida de contratos" con empresas interesadas en utilizar la nave. En total, Novorod ha cuantificado el lucro cesante en 1,11 millones de euros. "Está la imposibilidad de hacer uso de la nave, tanto para alquilarla como para venderla, además de las deudas acumuladas", señala. En el juzgado han prestado ya declaración como testigos representantes de Abanca y Lico Leasing, a quien la sociedad también señala en la querella.

La nave fue construida "por petición expresa de Pórtico", que en 2006 firmó un contrato de alquiler con Novorod a razón de 38.464 euros iniciales (después se elevó a 43.153, y se rebajó temporalmente para "ayudar" durante la difícil situación económica de la compañía). La propietaria del inmueble invirtió en la construcción en torno a tres millones de euros, y se hipotecó en 2,25 millones para asumir el proyecto. "Lo legal y racional hubiera sido el resolver el contrato de arrendamiento de la nave y dejársela libre", algo que no ha sucedido hasta hoy tras una serie de decisiones que Novorod atribuye a un plan preconcebido para "beneficiar" los concursos de las filiales Logística Balboa y Silnavin. El inmueble era de Novorod y lo alquilaba a Pórtico SA, pero el robotizado era de Logística Balboa y estaba gravado con un contrato de leasing.

El cierre de la última tienda de Pórtico se produjo en marzo de 2013 pero, según consta en la demanda, los propietarios de la nave no recibieron las llaves hasta junio de 2015. Los pleitos entre Novorod y la administración concursal han sido constantes durante todo el proceso. En octubre de ese mismo año el Mercantil dictó un auto de ejecución que acordaba "requerir a la parte ejecutada, la administración concursal de Pórtico, para que en el plazo de un mes proceda a retirar la maquinaria".