La banca tendrá que asumir a su costa los gastos de notaría, gestoría e inscripción por la concesión de hipotecas, y el cliente asumirá sólo el de la tasación de la vivienda (unos 400 euros de media) y, en su caso, las copias que solicite de la escritura notarial, según el acuerdo alcanzado ayer por la mayoría de los grupos parlamentarios durante la tramitación de la futura ley hipotecaria, que será una trasposición de una directiva europea que pretende dar mayor protección al consumidor y contribuir a la transparencia en la concesión de hipotecas.

Esta decisión supondrá un ahorro para el cliente de unos 1.500 euros en una hipoteca tipo de 150.000 euros, salvo que las entidades financieras prorrateasen esos gastos en el futuro de forma subrepticia en otros conceptos de las cláusulas del contrato (como el tipo de interés) para transmitírselos al usuario.

El acuerdo parlamentario se produce cinco días después de que el Consejo de Ministros hubiese aprobado un real decreto por el que desde ahora la banca (y no los usuarios, como había ocurrido desde 1995) tendrán que afrontar el impuesto de actos jurídicos documentados que grava las hipotecas y que para un hipoteca análoga representa un desembolso de otros 1.950 euros. Este decreto ya está en vigor y su convalidación en el Congreso no parece que vaya a tener dificultades para ser aprobado. El texto consensuado ayer hace también referencia a esta modificación tributaria sobre el sujeto que soporte el impuesto.

Con la excepción de Unidos Podemos, los grupos parlamentarios aprobaron ayer por mayoría que la nueva Ley Hipotecaria imponga a la banca el pago de los gastos notariales vinculados a la firma de la hipoteca, y que los de tasación sean abonados por el cliente. Unidos Podemos, aunque se atribuyó la iniciativa ("Por fin se acepta que los bancos paguen", dijo), se desvinculó porque exigió que también los costes de la tasación fuesen asumidos por las entidades crediticias.

Con el texto pactado, la entidad financiera pagará la primera copia de escritura del notario y el cliente las que solicite para sí, mientras que los gastos registrales también correrán a cargo del banco y el solicitante del préstamo abonará los gastos de tasación, que podrá contratar libremente en el mercado. A su vez, los notarios realizarán, sin ningún coste, un cuestionario al cliente del banco para asegurarse de que entiende las cláusulas hipotecarias.

Hasta ahora el cliente corría con todos los gastos generados por la formalización de la hipotecas, aunque en 2015 la sala de los civil del Tribunal Supremo estableció que los bancos debían hacerse con la mitad de los gastos notariales. Esta sentencia está pendiente de ratificación por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Ahora queda por determinar cuál de las partes se hará cargo de las comisiones por amortización anticipada, los intereses de demora y la cláusula de vencimiento anticipado de una hipoteca. Los partidos políticos también tendrán que decidir sobre la entrada en vigor de la Ley Hipotecaria: el sector financiero pide que se le conceda un margen de seis meses para su aplicación frente a los quince días que plantea el proyecto de ley.