Fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno en Galicia quisieron aclarar ayer que no hay "ninguna intención" de que la central térmica de As Pontes cierre, en "ningún horizonte temporal", ya que según defiende el departamento de Javier Losada la central de carbón pontesa "se ajusta a la normativa", una vez realizadas las obras para reducir sus emisiones contaminantes, una actuación en la que Endesa invierte 217 millones de euros.

El megacomplejo de As Pontes es una de las joyas energéticas de Galicia y la mayor central eléctrica de toda España, con una potencia de 1.469 megavatios (MW). Los planes de Endesa pasan por que la térmica siga funcionando. La central tiene garantizada su continuidad más allá del verano de 2020 porque ha incorporado equipos para reducir, en los niveles que exige la legislación europea, la emisión de óxidos nitrosos (NOx, gas causante de la lluvia ácida). Sin embargo, el proceso de descarbonización que impulsa el Gobierno implica la desaparición de todas las térmicas en algún momento. El secretario de Estado de Energía, José Domínguez, aseguró este martes que será antes de 2025. Ayer matizó sus palabras y se mostró convencido de que las compañías eléctricas echarán el cierre a las térmicas voluntariamente entre 2020 y 2030.

Los vaivenes gubernamentales sobre el futuro de las centrales eléctricas de carbón mantienen en vilo a cerca de mil empleados directos en Galicia (unos 700 en la instalación de As Pontes y otros 200 en Meirama).