El Banco Santander y los sindicatos tienen previsto firmar pasado mañana un protocolo de empleo para evitar que, ante una futura reestructuración de la plantilla, se ejecuten medidas "traumáticas" para los trabajadores. Según fuentes sindicales, este protocolo marca unas líneas básicas de negociación y supone un marco "tranquilizador" para los trabajadores ante una posible reestructuración de la plantilla, que sitúan "posiblemente" a mediados de 2019, por la absorción del Banco Popular.

No obstante, los trabajadores descartan que en la actualidad se baraje un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), y defienden que esta iniciativa marca las futuras líneas de negociación con los sindicatos.

Estrategia de simplificación

El Grupo Santander estaba formado por 758 sociedades dependientes de su dominante -Banco Santander- a 30 de junio de 2018, con lo que la entidad presidida por Ana Botín ha absorbido un total de 44 dominadas desde que comenzó el año, según la información recopilada por Europa Press.

Este procedimiento se enmarca en su política de racionalización de la estructura societaria, una estrategia que el banco cántabro viene desarrollando durante los últimos años, cuyo objetivo es simplificar la gestión y reducir los costes administrativos y sus obligaciones de diferentes índoles, como las relacionadas con el pago de impuestos. Dentro de las sociedades dependientes del banco están las emisoras de acciones y participaciones preferentes.