Las principales organizaciones ecologistas de España, que mantienen un contacto constante con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, han puesto en marcha una campaña de presión para exigir al Gobierno que fije 2025 como fecha de cierre para todas las centrales térmicas de carbón en España, incluso las que han hecho fuertes inversiones en mejoras ambientales como es el caso de Endesa en As Pontes. La plataforma Un futuro sin carbón difundió ayer un informe que destaca los impactos de las emisiones de las centrales sobre las personas (7.600 muertes prematuras en Europa en 2016) y los gastos sanitarios asociados (22.000 millones de euros), y prepara acciones de protesta y concienciación por toda España.

"Pedimos al gobierno que no se otorguen más subvenciones al carbón y que establezca el año 2025 como límite para que sigan abiertas las térmicas de carbón en España, y a las eléctricas que dejen de invertir en sus centrales de carbón y soliciten los cierres de forma oficial cuanto antes para garantizar que sean ordenados y planificados. Actualmente existe una grave crisis de contaminación atmosférica y su impacto en la salud humana requiere medidas con urgencia", señala la plataforma Un futuro sin carbón, formada, entre otras, por Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF y Amigos de la Tierra, las consideradas cinco grandes organizaciones medioambientales (5G) que han mantenido en los últimos meses encuentros periódicos con la ministra Teresa Ribera para debatir, entre otros temas, la futura ley de cambio climático y transición energética.

La plataforma ecologista está integrada en la alianza continental Europe Beyond Coal [Europa más allá del carbón], que ayer presentó el informe El último aliento: las compañías del carbón con las que está enfermando Europa, en el que se destaca que las 91 centrales de carbón que operan en Europa "fueron responsables" en 2016 de 7.600 muertes prematuras, 3.320 nuevos casos de bronquitis crónica y más de 137.000 casos de síntomas de asma en niños. El informe sitúa a tres compañías españolas entre las 30 más contaminantes (Endesa en el sexto puesto, Naturgy -antes Gas Natural Fenosa- en el décimo noveno e Iberdrola en el vigésimo séptimo) y resalta que los problemas de salud que generan las emisiones tienen unos "costes ocultos" sanitarios de 22.000 millones de euros. Lo que no evalúa es el impacto económico y de empleo que tendría el cierre de plantas. Las térmicas de Meirama (Cerceda) y As Pontes sostiene un millar de empleos en Galicia.

"Las empresas conocen muy bien los problemas de salud de los que son responsables y el cierre de las centrales mejorará la salud de un elevado número de personas, además de contribuir a la lucha contra el cambio climático", afirmó la directora de campaña de Europe Beyond Coal, Kathrin Gutmann.

Los vehículos

Con esos mismo objetivos, el Ministerio para la Transición Energética ha planteado actuaciones como la prohibición en 2040 de la venta y matriculación de vehículos ligeros que emitan de forma directa dióxido de carbono (los diesel, gasolina, híbridos y por gas). El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, señaló ayer que apostar por una movilidad sostenible es una necesidad para cuidar la salud medioambiental pero también la salud de los ciudadanos y recordó que en España fallecen cada año 35.000 personas de forma prematura a causa de la mala calidad y contaminación del aire.