La Comisión Europea vuelve a advertir al Gobierno de España de que el plan presupuestario para 2019 corre el riesgo de incumplir las reglas fiscales europeas porque incluye una desviación "significativa" de la senda de reducción del déficit de las administraciones y de la deuda pública. Basa su conclusión en las previsiones económicas que publicó a principios de mes y remarca que el déficit público cerrará este año en el 2,7% y el próximo en el 2,1%, al tiempo que critica que el borrador presupuestario, según sus cálculos, no incluye ningún esfuerzo estructural. La senda pactada con las instituciones europeas exige unos ajustes estructurales equivalentes al 0,65% del PIB, unos 7.800 millones de euros. Hay dos años de gracia para incumplirlo en un 0,5%. El Gobierno defiende que sus cuentas incluyen un esfuerzo estructural del 0,4%, pero los servicios comunitarios lo reducen a cero porque consideran que el Estado ingresará menos de lo previsto y el gasto será mayor.

"La CE también piensa que España hizo avances limitados respecto a la parte estructural de las recomendaciones fiscales (...) y por tanto invita a las autoridades (españolas) a acelerar los progresos", resume el texto aprobado ayer por el Ejecutivo comunitario sobre el plan presupuestario para 2019. La razón que explica la diferencia en las estimaciones tiene que ver con unos ingresos por debajo de lo previsto por el Gobierno de los nuevos impuestos: el gravamen a las transacciones financieras y el impuesto a las multinacionales digitales. Bruselas también reduce levemente la recaudación que espera el Ejecutivo por la subida del salario mínimo interprofesional y los efectos de las nuevas medidas de lucha contra el fraude. El aumento del gasto público nominal sería del 1,7%, por encima del 0,6% recomendado.

El aviso de Bruselas coincidió con la advertencia del FMI de que la recuperación de la economía española entra en una fase de "madurez" en la que nuevos riesgos nublan las perspectivas a medio plazo. El organismo recorta su pronóstico de crecimiento para este año al 2,5%, frente al 2,7% de octubre, mantiene la estimación del 2,2% para 2019 y pronostica una desaceleración al 1,8% un año después.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también revisó sus estimaciones, con un descenso de dos décimas para el PIB español este año, hasta el 2,6%, y del próximo, para el que prevé un avance del 2,2%.