La cuarta convocatoria de Alcoa para negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción en las fábricas de A Coruña y Avilés culminó ayer con el mismo resultado que las tres anteriores: el comité de empresa de la planta del polígono de A Grela no acudió a la cita mientras que el asturiano sí, por lo que fue imposible constituir la comisión negociadora. Los representantes de los empleados coruñeses entienden que el despido colectivo debe abordarse por plantas -por separado, al depender las fábricas de diferentes filiales de Alcoa- mientras que la aluminera propone una comisión conjunta, con 13 miembros entre A Coruña y Avilés, lo que mantiene bloqueada la situación. Con el objetivo de acabar con esta parálisis -solo quedan ocho días para que finalice oficialmente el periodo de consultas del ERE-, el comité de empresa de A Coruña trasladó a la multinacional estadounidense la posibilidad de resolver sus diferencias a través de la mediación o arbitraje del Acordo Interprofesional Galego sobre Procedementos Extraxudiciais de Solución de Conflitos de Traballo (AGA) e iniciar después el periodo de consultas del despido colectivo.

De hecho, la plantilla coruñesa remitió a la empresa su propuesta el pasado miércoles y al mismo tiempo solicitó al Consello Galego de Relacións Laborais su intervención para establecer "el ámbito de aplicación del procedimiento". El comité de empresa de A Grela asegura que si la compañía acepta el arbitraje, acatará la resolución que adopte el AGA y, una vez definido el criterio, se podría constituir la comisión negociadora y paralizar el periodo de consultas. Con este escenario, argumentan los representantes de los trabajadores de A Coruña, lo ideal sería tener el tiempo suficiente y necesario para que la mesa estatal -el frente institucional- pueda buscar las mejores oportunidades para las plantas, de las que dependen casi 700 profesionales.

Los sindicatos de la fábrica coruñesa insisten en demandar la retirada del ERE -entre otras cosas porque hay un proceso judicial en Holanda pendiente de resolución- y exigen el tiempo necesario para buscar soluciones de continuidad para las fábricas o una "desinversión organizada" con el objetivo de venderlas.

La aluminera, que aseguró ayer desconocer este escrito del comité coruñés, lamentó que por cuarta vez no se haya podido constituir la comisión negociadora del despido colectivo por la ausencia de los representantes de la plantilla de A Grela e instó a que se cree "sin más dilación". La próxima convocatoria del periodo de consultas es el próximo lunes, día 26, y oficialmente el plazo de negociación expira el día 30, aunque la empresa sigue con su oferta de ampliarlo si los sindicatos se sientan a negociar el ERE. De hecho, en la respuesta al oficio emitido la semana pasada por la Dirección General de Trabajo en relación con el despido colectivo, Alcoa defiende que ha cumplido la legislación vigente en todo momento y que solo ha recibido "denuncias que no cuentan con ningún respaldo legal y exigencias de retirada del procedimiento iniciado si siquiera habernos dado la oportunidad de debatir y discutir las causas de la medida propuesta, explorar las posibilidades de evitar o reducir la misma, así como de atenuar sus consecuencias, finalidad que ha de tener todo periodo de consultas".

La multinacional estadounidense también indicó su "firme compromiso" por alcanzar un acuerdo sobre un plan social que reduzca el impacto del proceso en marcha y lamentó que la situación de bloqueo actual "perjudica a los propios trabajadores", 369 de la fábrica de A Coruña y 317 de la de Avilés.

El comité de empresa asturiano sí acudió al encuentro con Alcoa, donde la aluminera expuso a los representantes sindicales que el Gobierno "es consciente de las necesidades de la compañía y no está haciendo absolutamente nada para revertir una situación de pérdidas", por lo que seguirá sin acudir a las reuniones institucionales. "Alcoa ya ha informado a los representantes de los gobiernos central y autonómicos y a los sindicatos de la situación de las fábricas, de las razones que le han llevado a iniciar el proceso de despido colectivo y mantiene canales de comunicación abiertos con todos ellos", incidió ayer una portavoz de la compañía.

El tiempo para negociar el ERE se agota y el comité de Avilés se impacienta y lanza un mensaje claro a sus compañeros gallegos: "Queremos que se acate por ambas partes el dictamen del Ministerio de Trabajo, que insta a formar la comisión negociadora. Es absolutamente necesario formarla el lunes, porque de no ser así estaríamos incumpliendo con el proceso legal y vendría en nuestro perjuicio. Eso no significa que tengamos que llegar a un acuerdo", expuso el portavoz de la plantilla avilesina, José Manuel Gómez de la Uz.

Nuevas protestas

Pero, al margen de la mediación, el comité coruñés convocó para el próximo lunes (día previsto de la siguiente cita con la empresa) una concentración ante la Delegación del Gobierno y una huelga de 24 horas una semana después, el mismo día que expira el periodo inicial de consultas. La plantilla coruñesa invita a las de Avilés y San Cibrao (Lugo) a sumarse a ese paro.