La defensa del expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra ha reclamado este martes su absolución en el juicio en la Audiencia de Barcelona porque los aumentos de salario a directivos en 2010, en pleno contexto de crisis, eran "perfectamente legales" y no causaron un perjuicio económico a la entidad.

El abogado de Serra, Pau Molins, ha defendido, al presentar su informe final ante la Sección Octava de la Audiencia, que los dos acuerdos aprobados por el consejo de administración de Caixa Catalunya en enero y octubre de 2010 en los que se aprobaron incrementos salariales son "irrelevantes desde una perspectiva penal".

Molins ha defendido que Narcís Serra "observó escrupulosamente sus deberes de lealtad a la caja" como presidente, designando a un nuevo equipo directivo liderado por Adolf Todó, considerado uno de los más cualificados directores generales en activo por su gestión al frente de Caixa Manresa.

En este sentido, ha resaltado que, al fichar a Todó, Serra estaba velando "por el sostenimiento de la entidad" para dar un giro a su política, que en aquel momento adolecía de excesiva dependencia del sector inmobiliario y con alto nivel de morosidad.

El abogado de Serra ha destacado que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que inyectó cantidades millonarias en la entidad desde 2011, "hizo exactamente lo mismo que hizo Narcís Serra y el consejo en 2010" y mantuvo las subidas salariales.

"¿Por qué a Narcís Serra se le acusa por parte de la acusación pública y la Abogacía del Estado, y no a los señores del Frob si hicieron exactamente lo mismo?", se ha preguntado.