El comité de empresa que representa a los 369 trabajadores de la fábrica de Alcoa en A Coruña amenazados por el cierre (junto a sus 317 compañeros de Avilés, en Asturias) volvió de Madrid la noche martes con un balón de oxígeno en forma de una prórroga de la negociación del despido colectivo. El alargamiento del ERE (expediente de regulación de empleo) no soluciona el problema, pero permite a los trabajadores ganar tiempo para buscar una solución. En ese sentido, el presidente del comité de A Grela, Juan Carlos López Corbacho, celebró ayer haber conseguido "por escrito el compromiso de Alcoa de participar activamente en la mesa técnica estatal para buscar alternativas de venta de las plantas".

Esta mesa tripartita (pensada para la participación de instituciones, sindicatos y empresa) se reunió el pasado día 21 con la ausencia de los representantes de la aluminera, que ya habían plantado al Gobierno en la convocatoria anterior. Ahora, la multinacional estadounidense flexibiliza su postura y da pasos hacia la búsqueda de salidas alternativas al cierre inmediato de las dos plantas de aluminio que suman casi 700 trabajadores. "Hemos dado el compromiso de que haya un canal de información con el Gobierno", explica una portavoz oficial de la compañía, quien añade que "con independencia del ERE", Alcoa "estudiará" la venta de las plantas "si hay una parte interesada con una propuesta sólida, con garantías y respetuosa con los trabajadores". Por el momento no ha llegado ninguna oferta de estas característica según la compañía, a pesar de que el Gobierno sí asegura que hay inversores de grandes grupos con interés en comprar las factorías.

Con el periodo de consultas del ERE ampliado ya hasta el 27 de diciembre -y la posibilidad de alargarlo hasta el 15 de enero-, la plantilla de A Coruña confía en "demostrar" en las negociaciones que no hay motivos para el cierre y mantener los 700 empleos.