La organización ecologista Greenpeace exigió el final de la combustión de carbón con una acción reivindicativa en la central térmica de Meirama, en Cerceda. Miembros del colectivo accedieron de forma "pacífica" a la instalación de Naturgy (antes Gas Natural Fenosa) con pancartas con mensajes como Apaga el carbón y No al carbón. Un grupo de activistas ocupó la zona de descarga de carbón, mientras otro equipo de escaladores se encaramó a la torre de refrigeración -chimenea- para realizar un gran dibujo de "una grieta que simboliza la situación de la industria de la quema de carbón" y pone de manifiesto la "necesidad de dar paso a un sistema 100% renovable", según explicó Greenpeace.

Naturgy, propietaria de la instalación que da empleo a 100 trabajadores directos y otros tantos de empresas auxiliares y negocios vinculados, declinó hacer valoraciones sobre esta acción con la que los ecologistas buscan "denunciar que el carbón es el principal responsable del cambio climático en el mundo" a tres días de la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Polonia.

Naturgy posee tres centrales de carbón, más la térmica de Anllares (León), que comparte con Endesa. Aunque los ecologistas recordaron que la antigua Gas Natural Fenosa ya anunció en 2016 que no alargaría la vida de Anllares, critican que no haya comunicado "nada" de qué hará con las térmicas de Galicia (Meirama), Asturias (Narcea) y León (La Robla). La central coruñesa tendrá que echar el cierre en junio de 2020 a no ser que la empresa acometa obras para reducir su contaminación, una decisión que todavía no ha aclarado. Endesa, en cambio, sí ha optado por ejecutar inversiones para prolongar la vida de la otra térmica gallega: la de As Pontes.

Según Greenpeace, Meirama es la central térmica más contaminante de Naturgy y ocupa el puesto 64 en emisiones de las 266 centrales analizadas en Europa, siendo responsable -asegura- de 55 muertes prematuras y unos costes en salud que superan los 150.000 euros por su polución ambiental en 2016.

"Es hora de que Naturgy asuma un compromiso urgente y real en la lucha contra el cambio climático y la transición energética y anuncie que no invertirá en alargar la vida de sus térmicas de carbón y por tanto las cerrará en el año 2020 como muy tarde y que asegure que las centrales nucleares en las que participa se van a cerrar a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación", declaró la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño. La ONG quiere "poner el foco" en la necesidad de "medidas urgentes y ambiciosas", como "el fin del carbón y del resto de energías sucias" y su "sustitución por renovables", para frenar el cambio climático. En este sentido, para la organización ecologista es imprescindible establecer un calendario para el abandono de todas las energías sucias y su sustitución por energías renovables con participación de la ciudadanía, de forma que las centrales nucleares se cierren a medida que vayan finalizando sus actuales licencias de explotación y se establezca el año 2025 como fecha límite para el cierre de las centrales térmicas de carbón.

Greenpeace y la plataforma Un futuro sin carbón, de la que forma parte junto con las principales organizaciones medioambientales de España y una veintena de colectivos ecologistas locales, participará estos días en movilizaciones ciudadanas previstas en una veintena de puntos de la geografía española para pedir el fin de las térmicas y su sustitución por fuentes de energía limpias.