Los bancos españoles obtuvieron un beneficio neto atribuido de 11.199 millones de euros entre los meses de enero y septiembre, lo que supone un incremento del 11% respecto al mismo periodo del año anterior. Según los datos publicados ayer por la Asociación Española de Banca (AEB), este aumento se justifica principalmente por las menores necesidades de provisiones y los mejores resultados en ventas de activos no corrientes, entre los que figuran los inmuebles adjudicados.